lunes, 24 de agosto de 2009

Las excavaciones en el castro de Neixón desvelan un enorme foso

El campo de trabajo de este verano también descubrió que el poblado estaba rodeado por un pequeño muro

El centro de interpretación boirense permite a los visitantes experimentar la cultura castrexa

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Las excavaciones en el castro de Neixón desvelan un enorme foso

Quien acuda estos días al castro de Neixón, quizá, pueda pensar que alguien se encargó de construir una especie de tobogán de tierra en el milenario asentamiento. Pero nada más lejos de la realidad. ¿Qué ha sucedido para que el yacimiento pinte de esa manera? Que durante la primera quincena de agosto se realizaron unas excavaciones en la zona de defensa del castro; trabajos que buscaban saber si el foso que rodea el asentamiento era grande o no, y que han logrado su objetivo. No en vano, desde el centro arqueológico barbanzano, situado a tiro de piedra del castro, confirman que se trata de un foso monumental, es decir, de unas dimensiones considerables.

Antes de realizar estos trabajos, en anteriores excavaciones, ya se pudo comprobar que Neixón, como casi todos los asentamientos de la época, tenía foso. Sin embargo, se creía que se trataba de un hueco mucho más pequeño. Ahora, aunque no llegó a excavarse hasta el fondo, se cree que podría tener hasta cuatro metros de profundidad y unos diez de ancho.

Sin embargo, el trabajo realizado por los estudiantes de Historia -capitaneados por un equipo de arqueólogos- en la primera mitad del mes no trajo novedades únicamente con respecto al foso. También se saben cosas nuevas sobre si los habitantes de Neixón estaban o no rodeados por una muralla. La realidad es que lo que se topó no es una muralla al uso, sino un pequeño muro de contención, de unos 50 centímetros, que en la cima apilaría tierra.

En fase de estudio

Igualmente, las excavaciones también descubrieron nuevos restos de cerámica, que actualmente se están estudiando para saber con exactitud a qué época pertenecen. Lo que apareció fue tanto restos de material de construcción como partes de unas ánforas.

Ahora que los estudiantes ya se han marchado y, por tanto, las excavaciones llegaron a su fin, toca poner los medios adecuados para que el trabajo realizado no caiga en saco roto. De esta manera, los planes del Concello de Boiro son varios. En cuanto a la zona del foso, lo que se va a hacer es balizarla, para evitar que alguien pueda caerse y para que los visitantes sepan de qué se trata. Sobre la parte que correspondería con el citado muro, se va a tapar con un material geotextil. Asimismo, en unos días, está previsto retirar la tierra acumulada en la zona donde se excavó. Cabe destacar que en años anteriores hubo problemas porque ese sedimento quedó ahí tiempo y tiempo, empañando la imagen de un castro muy visitado a pie de mar.

Por otra parte, los turistas o vecinos que decidan darse una vuelta por Neixón deben saber que, además de visitar el milenario yacimiento, pueden ver y practicar la cultura castrexa. ¿Cómo? Gracias a una exposición que hay dentro del centro arqueológico barbanzano, y que, además, pone en bandeja que los visitantes se calcen las botas de cazadores prehistóricos.

Historia

Las excavaciones llevan casi un siglo sin ser ajenas al castro de Neixón. De hecho, fue en 1925 cuando Florentino López Cuevillas y Fermín Bouza Brey dieron por comenzado lo que luego se convirtió en un largo reguero de trabajos. Tras ellos, hubo que esperar hasta los años setenta para que volviese a excavarse. Y, de ahí, a la década de los noventa. Eso sí, a partir de 1996, puede decirse que las piquetas trabajaron casi todos los años en este asentamiento de la parroquia boirense de Cespón.

Al preguntar a los expertos qué es lo más importante que apareció en Neixón, citan un buen número de cosas. Sin embargo, destacan un elemento. Se trata de un arybalo, es decir, un perfumario que posiblemente date del siglo cinco antes de Cristo. Ese resto forma parte actualmente de una colección privada.

Por otra parte, una de las cosas que hacen de Neixón un asentamiento emblemático es que el castro pequeño, que posiblemente data del siglo ocho antes de Cristo, es una de las muestras de la cultura castrexa más antiguas de todo el noroeste.

Fuente: La voz de Galicia

Arqueólogos a precio de saldo

La Conselleria concede sólo cuatro ayudas para excavaciones arqueológicas ypaleontológicas y deja fuera a 14 municipios de Castellón

Arqueólogos a precio de saldo
Un operario en las excavaciones paleontológicas del
yacimiento de Anna en la localidad de
Cinctorres, en la comarca de Els Ports. / J. MAURA
Gran parte de la riqueza histórica de la provincia de Castellón seguirá olvidada un año más. Pese a la importancia de numerosas excavaciones de municipios de las comarcas castellonenses, algunas de prestigio internacional, muchos de los proyectos para desempolvar el pasado y recuperar restos de miles de años no se podrán llevar a cabo por falta de fondos.

La Dirección General de Patrimonio Cultural ha concedido apenas cuatro ayudas para la realización de investigaciones y excavaciones arqueológicas y paleontológicas en los municipios de Forcall, La Vall d'Uixó, Vilafamés y Vilafranca. Unos fondos nada desdeñables pero que, sin embarjo, dejan fuera a otros 14 proyectos de la provincia de contrastada importancia.

Estas subvenciones se dispensan de forma anual. En este ejercicio, de acuerdo con las bases presentadas en el Diario Oficial de la Comunitat, optaron a los fondos un total de 72 municipios en la Comunitat, pero sólo 21 localidades lograron la consignación económica. Las 45 restantes fueron denegadas, según la resolución efectuada el pasado 7 de julio.

La provincia de Castellón ha resultado beneficiaria en cuatro municipios, por lo que varios equipos de arqueólogos e historiadores iniciarán sus pesquias en los próximos meses.

El Ayuntamiento de Forcall presentó un proyecto destinado a La moleta dels Frares. Se trata de la única ciudad romana de la provincia, que tras diferentes campañas en los pasados años, verá reanudada un periodo de excavación y estudio el próximo 1 de septiembre. «Estará dirigida por el profesor Arasa», informó el alcalde, Santiago Pérez. El importe económico para el proyecto asciende a 15.000 euros, lo máximo que concede la Conselleria. «Con las ayudas pagamos la estancia y manutención de los que participan, que suelen ser estudiantes en prácticas», explicó el primer edil. El emplazamiento arqueológico resulta de gran interés por los hallazgos de cerámica y fíbulas romanas. Además, «hemos encontrado un sello», dijo Pérez, lo que relaciona la antigua ciudad con el comercio.

Por contra, en la misma comarca de Els Ports, uno de los yacimientos paleontológicos de primera línea de la provincia, el de Cinctorres, se ha quedado sin la subvención. El municipio no contará con las aportaciones económicas para llevar a acabo la excavación en la zona de la Fita 2. «Estamos acostumbrados a que no nos den dinero» y «sólo dicen que no hay», censuró el concejal de Sostenibilidad, José Manuel Gisbert.

Cinctorres cuenta con un museo dedicado a los restos hasta ahora hallados en las campañas arqueológicas. «Las excavaciones en el yacimiento de Anna han sido subvencionadas por el Institut Català de Paleontologia», explicó Gisbert. Este responsable municipal manifestó que «es necesario crear aquí un instituto paleontológico para fomentar los trabajos».

Vilafranca, por su parte, contará con 6.000 euros destinados a la Ereta del Castellar. En el yacimiento se encuentran los orígenes del municipio, donde habitó un poblado de la edad del bronce y donde se espera, a través del estudio y excavación de la zona, aportar conocimientos y posibles hallazgos.

Ni el patio de Conselleria

Como ejemplo, tampoco el centro histórico de Burriana verá iniciadas las obras del proyecto en el patio del solar de la calle Mayor, donde se hallan restos de época musulmana, tal como publicó LAS PROVINCIAS Castellón. El arqueólogo municipal, José Manuel Melchor, señaló que «no hay dinero, nos han dicho». El hecho de que dicho patio sea propiedad de la Conselleria no ha servido para recibir los fondos. «En las catas que hacemos ahora por la construcción de la CV-185, tiene que trabajar personal del Ayuntamiento», explicó Melchór.

La complicada situación de los yacimientos de la provincia se extiende a la Comunitat. A pesar de tener un interés histórico y cultural indiscutible, la Administración «no puede asumir el coste de todas las excavaciones», de ahí la necesidad de la participación de otras instituciones.

Fuente: Provincias

domingo, 23 de agosto de 2009

Trabajos en Colmenar viejo

Es una pequeña pieza de cerámica de unos tres centímetros de diámetro, rojiza, de tacto terroso e irregular. A pesar de su humildad, cuando se conocen las circunstancias de este objeto uno siente que tiene un modesto pedazo de historia entre las manos. Se trata de la ficha de un juego con el que algún ganadero oriundo de la sierra madrileña mataba el tiempo jugando a algo parecido al tres en raya allá por el siglo VII después de Cristo. La semana pasada, 1.300 años después, un paisano la desenterró del yacimiento de Navalahija en Colmenar Viejo, en el que 40 vecinos entre 17 y 60 años trabajan como arqueólogos voluntarios.

El yacimiento de Navalahija es uno de los dos que se encuentran en la Dehesa de Navalvillar a unos cuatro kilómetros de Colmenar Viejo. Fernando Colmenarejo, uno de los arqueólogos que coordinan las excavaciones, cuenta, al volante de un todoterreno, que esta extensión de 1.100 hectáreas alberga dos yacimientos de entre los siglos VII y VIII y una necrópolis de la misma época; todo se puede visitar. "Pertenecen a un momento trascendental, de transición entre el mundo antiguo y la Edad Media. Los núcleos rurales de esta época están poco estudiados". Además, la dehesa ha servido de localización para no pocos peplum (películas inspiradas en Roma) y spaghetti western. El uso ganadero no hace falta mencionarlo. Para aprensión del urbanita las vacas, que miran pasar el vehículo con expresión de infinita pereza, campan a sus anchas. Cada tanto un conejo completa la estampa rural cruzando ante las ruedas del coche y salvándose por poco.

En el yacimiento están Cristina Rovira y Rosario Gómez, las otras dos arqueólogas a cargo del proyecto, y ocho voluntarios que llevan desde las siete y media de la mañana barriendo tierra de los cimientos de dos construcciones de piedra. Sus vecinos del siglo VII les interesan tanto como para soportar el sol de este agosto implacable pico en mano y en medio de una polvareda constante. Una hazaña que requiere más arrestos que los empleados por Indiana Jones en cualquiera de sus entregas. Los arqueólogos les dan unas premisas básicas de seguridad y supervisan su trabajo constantemente. Rovira trabaja en lo que era una cocina. "Se sabe porque la tierra es más oscura por las cenizas del hogar".

Los voluntarios han aprendido rápidamente a interrogar a los materiales como profesionales. Vienen de Colmenar y Cobeña y quieren conocer la historia de su pueblo de primera mano. Además de la ficha de juego han encontrado otros restos de cerámica y cuchillos. Fernando, uno de los participantes, señala orgulloso un hueco cóncavo en la pared. De ahí sacó una piedra de moler de granito. "Leo todo lo que puedo sobre la historia de la sierra madrileña, pero aquí puedo imaginar como era la vida de estas personas". Su compañera Nuria, otra apasionada de la arqueología, reconstruye como un puzzle una gran teja. "Mira, ¿ves estas huellas de dedos? Son muy pequeñas, por eso se piensa que las tejas las hacían los niños", explica.

Al coordinador de las excavaciones le gustaría que se abriera una ruta arqueológica dentro de la dehesa por la relevancia de los restos y el éxito que ha tenido entre los vecinos -hay lista de espera para participar en las excavaciones-.

Dani tiene 17 años y mucha intuición, según Colmenarejo, para localizar grupos de piedras dispuestas con sospechosa regularidad, el primer indicio de una construcción. Es el más joven de los voluntarios y curiosamente está trabajando en un sondeo -la delimitación de un cuadrante de tierra- con Ramón, el más veterano. Un adolescente y un jubilado, sin ningún vínculo de sangre, entregados a la misma labor hacen pensar que los colmenareños antiguos deben ser muy interesantes, aunque los de este siglo no se quedan atrás.

Fuente: País

sábado, 22 de agosto de 2009

Un barco intacto del siglo XVII

Cañones, mascarones de proa, tres mástiles, cofres, morriones, monedas, mesas, recipientes, jarras, vasos, armas, toda clase de piezas y otros utensilios de la época han permanecido en perfecto aislamiento, a 43 metros de profundidad, en el mismo sitio donde se hundió el galeón holandés hace más de 400 años. Se trata de uno de los mayores descubrimientos marinos de todos los tiempos y un hallazgo cultural de incalculable valor.

Aunque en un principio se dijo que un grupo de la televisión nacional SVT, mientras realizaba un reportaje sobre el archipiélago de Estocolmo y las navegaciones de recreo, encontró el pecio, la realidad es otra. Tres submarinistas experimentados, hallaron por casualidad ese barco que yacía en el fondo marino, a la espera de ser rescatado, mientras buscaban un cargador de acero, que desapareció en aguas bálticas en los años 40 del siglo pasado.

«En realidad estábamos buscando el carguero M/S Alma, pero nos llevamos la sorpresa más agradable de nuestra vida al encontrar al denominado “Lejon-vraket”», cuenta el oceanógrafo sueco Markus Hådre, quien con sus compañeros de aventuras, Jonas Rydin y Anders Bäckström, hicieron el mayor hallazgo de su vida en aguas bálticas: un buque neerlandés del tipo «flauta» que data de 1600.

Galeón antiguo y casi intacto

Rydin y Bäckström fueron los primeros en lanzarse a las profundidades del mar en un soleado día del mayo pasado. Cuando volvieron a la superficie y contaron, muy excitados, que habían encontrado un galeón muy antiguo y casi intacto, con una cabeza de león en la popa, Markus André pensó que bromeaban. «Segundos más tarde vi las fotografías y videos con cañones, maderas labradas y figuras de leones, y comprendí que éste era un hallazgo único, un verdadero bombazo». Lo bautizaron como el «Lejonvraket», por el león que lleva su popa.

Suecia es una de las naciones que más secretos y riqueza guarda en pecios sumergidos alrededor de sus costas. Es el mar Báltico, sobre todo, donde más embarcaciones y restos arqueológicos se han encontrado, muy bien conservados a lo largo de los años. Estos días las autoridades preparan una expedición al lugar donde está sumergido a unos 50 metros de profundidad el «Lejonvraket», para determinar el historial del galeón, su identidad, sus datos sobre su fabricación, edad exacta, la ruta que llevaba... y preparar su rescate.

Expertos en arqueología marina, historiadores y oceanógrafos «buscadores de tesoros» han determinado que es de la misma época que el famoso buque de guerra «Vasa», construido bajo la dirección del holandés Henrik Hybertsson, experimentado constructor naval, considerado como el más famoso de Escandinavia, que hoy admiran nacionales y extraños en el museo que lleva su nombre. Símbolo de la riqueza de aquel siglo de Oro, el barco será rescatado y tal vez regrese a su tierra de origen, la actual Holanda, para ser expuesto en algún museo.

Es posible que Suecia invite a los holandeses a participar en las faenas de rescate. De momento, se han prohibido toda clase de expediciones submarinas o deportes acuáticos en el lugar, en pleno archipiélago de Estocolmo en Lillsved, muy cerca de la localidad veraniega Värmdö.
El «Lejonvraket» es el segundo galeón encontrado durante los dos últimas años en el Mar Báltico. En 2007, cerca de Sandön, isla de Gotland, un grupo de la empresa Marin Mätteknik AB, descubrió el navío conocido como «El buque fantasma». Se considera que es uno de los «tesoros» mejor preservados y no se descarta que el barco hallado en mayo sea «el gemelo» de aquél, ya que tiene las mismas características.

Modelo típico del siglo XVII

Un navío que probablemente se utilizaba para el comercio entre Ámsterdam y Estocolmo a mediados del siglo XVII. El modelo es típico de su época y su diseño y construcción sin lugar a duda neerlandeses. Es sabido que Holanda, con España, tuvo un periodo brillante durante el siglo XVII y que ambas naciones dominaban el mundo en aquellos tiempos. Los holandeses, expertos en navegación, ganaron fama y dinero con su flota y sus colonias. Tenían cientos de navegaciones que trafican todos los mares. Este buque de vela, que permanece de momento sumergido en el Báltico, es un modelo del tipo «flauta». Conservado prácticamente intacto —gracias a la baja temperatura y composición de aquellas aguas—, mantiene en perfecto estado los espacios y camarotes interiores. Además, pueden verse los cofres de los marineros, mesas, sillas, utensilios, y demás equipos necesarios para la navegación. Sin duda, en la parte hoy no visible se hallarán piezas de incalculable valor cultural.

El Báltico es un gran cementerio de naves hundidas. Los historiadores y arqueólogos aseguran que no hay otro mar en el mundo que pueda compararse con él en cuestión de arqueología marina. En sus turbias aguas con muy bajo nivel de sal —lo que las protegen de los agresivos moluscos y otros organismos que destruyen las maderas—, hay desde barcas de la época de los vikingos y navíos medievales hasta buques acorazados de las dos guerras mundiales. Ese mar ha permanecido «virgen» durante tantos siglos, y todo lo que custodia en sus profundidades se mantiene prácticamente igual. Bucear en sus aguas es como volver la páginas de la historia.

Hasta ahora se han recuperado 20.000 pecios, pero los historiadores aseguran que hay alrededor de 80.000 más. La franja cercana a la pequeña localidad de Dalarö (a unos 40 km de la capital) es especialmente rica en naufragios ya que solía ser zona aduanera para todos los buques que navegaban hacia la capital sueca. Esos naufragios que según, Andreas Olsson, director del Museo Arqueológico de Estocolmo. califica estos buques que permanecen en el fondo del mar como «las pirámides del norte de Europa».

Fuente y VÍDEO: abc

viernes, 21 de agosto de 2009

Se buscan arqueólogos voluntarios con o sin experiencia para el Sáhara

El voluntariado juega un papel vital en el Proyecto de trabajo del Sáhara Occidental y hace falta una gran contribución para el financiamiento del proyecto. Es una ocasión para aprender y adquirir experiencia en el campo de la arqueología en un bellísimo y exótico desierto y descubrir una cultura en un rincón del mundo que esta prácticamente cerrado al mundo. Es una gran oportunidad para aprender la fascinante y poco conocida arqueología de esta remota región y del Sáhara en general. Muchos de estos voluntarios vieron en este viaje un cambio en sus vidas, un enriquecimiento de sus conocimientos y experiencia.

Los voluntarios pueden participar tanto en revisiones de reconocimiento como en excavaciones, aunque más comúnmente participen en el primero. No se requiere ninguna experiencia en arqueología o en viajes al desierto para ofrecerse al trabajo de revisión de reconocimiento. El trabajo de excavación puede incorporar tanto a voluntarios experimentados como inexperimentados. Ver aqui para más detalles sobre los requerimientos para las temporadas específicas de trabajo en el terreno (actualmente en octubre de 2009), y para la información general sobre futuras estaciones de campaña.

El coste de participación en una temporada de campaña de trabajo de revisión de reconocimiento es comparable con el coste de los viajes de vacaciones de aventura, o el coste de participación en un proyecto de conservación como los de muchas organizaciones caritativas. Para la información adicional sobre temporadas específicas, consultar la página web o póngase en contacto con Nick Brooks.

Nuestra siguiente temporada de campaña empezara del 10 de octubre al 1 de noviembre de 2009 (fechas exactas para ser confirmadas para los vuelos). Para alguien que no pueda ausentarse durante 3 semanas puede quedarse solamente dos semanas, pero esta sujeto a la negociación con los organizadores. Las fechas deben ser confirmdas (debido a la disponibilidad de vuelos) pero es improbable que se alterende más de un día o dos.

Fuentes: Kaos en la red; Diáspora saharaui

miércoles, 19 de agosto de 2009

La obra de la AC-433 saca a la luz un yacimiento castrexo en Soesto

Los vecinos de Castrelo, en Laxe, temen que el emplazamiento se vea afectado por el nuevo trazado de la carretera

Los arqueólogos han desenterrado en los últimos meses parte de una muralla y una puerta monumental

Como suele ocurrir con la toponimia, la denominación de la pequeña aldea laxense de Castrelo (en la parroquia de Soesto) no es casual y ya apuntaba a la existencia de algún yacimiento arqueológico en el lugar. Pero no ha sido hasta la ejecución del plan arqueológico realizado en el marco del proyecto de mejora de la carretera AC-433 cuando ha salido a la luz este emplazamiento megalítico -catalogado por Patrimonio, pero sin estudiar hasta ahora-, reavivando al mismo tiempo la preocupación por su preservación.

Hace ahora medio año, los propios vecinos alertaron del peligro que suponían para este castro sin excavar las obras del nuevo vial, y ha sido el trabajo llevado cabo durante varios meses por un equipo de arqueólogos lo que ha permitido confirmar su importancia, arrojando también nuevas dudas sobre su futuro.

Muralla y un acceso

Las primeras catas sobre el terreno realizadas en febrero han dado paso a una amplia excavación cuyos primeros frutos saltan ya a la vista en forma de un gran muro de piedra de más de tres metros de anchura abierto en uno de sus laterales por una puerta monumental similar a la de otras construcciones emblemáticas como el vecino castro A Cidá, de Borneiro (Cabana), o el coruñés de Elviña, tal como cuenta el director del portal de divulgación del Consello da Cultura Galega y arqueólogo aficionado, Manuel Gago.

Asimismo, los trabajos, realizados entre varias de las casas que salpican el lugar, permiten ya contemplar el escalonado característico de estas construcciones típicas de la Edad de Hierro en Galicia, a pesar de que la zona estudiada hasta la fecha no es más que una pequeña parte del área delimitada también en el proyecto del Plan Xeral del municipio y oculta, en su mayor parte, por un pinar.

La presencia de las viviendas en sus proximidades puede haber afectado a parte de los restos del castro, puesto que las piedras de estos complejos acostumbran a ser reutilizadas con el paso de los siglos en nuevas construcciones, pero los vecinos no están dispuestos a que su degradación continúe, y por eso reclaman que no se vea afectado por el trazado de la AC-433.

Dudas vecinales

Al respecto, desde la Consellería de Política Territorial, explicaron meses atrás, cuando surgieron las primeras protestas, que la presencia del yacimiento ya había sido prevista en el proyecto para evitar daños, pero los habitantes del lugar no acaban de creerlo.

«É lóxico que esteamos preocupados pola estrada nova, porque as marcas que puxeron os operarios da empresa indican que vai pasar por alí», explicó ayer José María Rey Lema, tras acompañar a unos parientes hasta el lugar de las excavaciones para mostrarles un hallazgo sorprendente, aunque no demasiado. «Sempre -añadió- se comentou que había algo aí, e mesmo na zona tamén hai outro lugar que se chama O Inferno, pero tampouco esperabamos algo así».

Por ahora, las excavaciones marchan a más velocidad que las obras del vial, lo que ha propiciado que los vecinos e incluso algunos visitantes, como el propio Manuel Gago, disfruten del hallazgo con la esperanza de que no sea más que el comienzo de la recuperación de un enclave que espera para salir a la luz desde hace siglos.

Las excavaciones han reavivado el interés de los
vecinos y han atraído ya a algunos visitantes
Autor de la imagen: | FOTOS: ANA GARCÍA

sábado, 15 de agosto de 2009

Las excavaciones del Alcázar hallan un nuevo ala del Pabellón Real

15/08 · 20:35 · I. J.
Los arqueólogos municipales están muy satisfechos por los resultados de estos trabajos hasta el momento.
Los arqueólogos municipales están muy satisfechos por los resultados de estos trabajos hasta el momento. · Autor: Información
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La intervención arqueológica puntual que se viene ejecutando desde junio en el Alcázar para continuar la recuperación del recinto arroja ya nuevos descubrimientos, como es el caso de una nueva ala del Pabellón Real. Estos trabajos, encaminados a la investigación y puesta en valor del patrimonio histórico-artístico de la ciudad, han sido encargados por las delegaciones municipales de Urbanismo, a quien corresponde la dirección técnica del proyecto, y de Cultura y Fiestas, responsable de este Bien de Interés Cultural.

Tal y como explica el delegado de Urbanismo, Juan Pedro Crisol, desde su Delegación se está trabajando en coordinación con el resto de áreas municipales en la ejecución de los diferentes proyectos incluidos en los planes de fomento del empleo, si bien para el edil socialista esta actuación constituye “un nuevo ejemplo de la apuesta del Gobierno municipal por la recuperación del patrimonio histórico artístico local, en un monumento, como es el Alcázar, que es uno de los mayores atractivos turísticos de la ciudad”. Por su parte, la delegada de Cultura y Fiestas, Dolores Barroso, resalta especialmente el hecho de que este bien cultural haya revalorizado exponencialmente desde el punto de vista pedagógico, cultural y turístico y como espacio abierto y cercano a los ciudadanos, así como que el Gobierno local ha priorizado este año en su presupuesto.

Según las primeras indagaciones y análisis de los arqueólogos municipales que trabajan sobre el terreno, todo parece apuntar a que se trata de una nueva ala del Pabellón Real, así como de la infraestructura que compone el entramado del conjunto hidráulico que abastecía al Alcázar tanto para el baño, como para el riego de huertos o el abastecimiento de agua potable.

En plena investigación
A este espacio, que ya está restaurado, habría que añadir ahora -de confirmarse el nuevo descubrimiento- otra ala más. En este sentido, hasta el momento poco más pueden aportar los expertos en la materia ya que se encuentran inmersos en plena investigación. Lo que sí han desvelado es que podría dejar al descubierto una serie de infraestructuras y equipamientos asociados al Pabellón como las letrinas, cuyo funcionamiento parece ser de gran complejidad y que resultan de gran valor, al ser de las pocas documentadas del periodo islámico.
Como subraya Barroso, no hay que olvidar que el agua jugaba un papel fundamental en la cultura árabe, por lo que este descubrimiento es muy importante para completar las investigaciones sobre costumbres de sus primitivos moradores así como la disposición de los espacios en el recinto.

En este sentido, los arqueólogos municipales han adelantado que viendo el sistema de canalizaciones, que ya se puede apreciar, así como el nivel tecnológico del mismo, se puede aseverar que las infraestructuras hidráulicas construidas eran muy avanzadas para la época y en poco varía con respecto a las que actualmente se ejecutan. Asimismo se ha comprobado cómo tras pasar la ciudad a dominio cristiano en torno al año 1.264, existe un cambio de uso y funcionalidad de esta red de canalización de agua que implica la anulación de una serie de estructura, el aprovechamiento de otras así como el desarrollo de otras nuevas que se alejaban del espíritu cultural almohade.

Hay que tener en cuenta que para documentar los elementos que salen a la luz durante las labores de investigación arqueológica es fundamental la cerámica, el fósil guía de todas las unidades estratigráficas que analizan los expertos. Para ello hay que lavarla por separado y estudiarla para determinar por ejemplo la época de que datan las piezas o el estudio de los materiales empleados. Aparte de este hallazgo, en otras intervenciones realizadas en el Alcázar aparecieron fondos de cabañas así como la huella de la presencia de antiguos silos que parece que correspondían a asentamientos de época prehistórica, como es del periodo Calcolítico.

Fuente: Andalucía

La Junta blinda los fondos marinos de Almuñécar contra los cazatesoros

La Junta blinda los fondos marinos de Almuñécar contra los cazatesoros
Un buzo examina un pecio sumergido
en el mar Mediterráneo. / IDEAL

El rescate de un buque español del siglo XIX por la empresa Odissey y el posterior litigio que se desató por su tesoro ha motivado a las autoridades a preservar mejor sus fondos marinos. Por ello, la Junta de Andalucía ha otorgado la categoría de zonas arqueológicas a 56 enclaves subacuáticos, entre los que figuran Cerro Gordo y la Punta de la Mona.

Ambos lugares, que forman la bahía de la Herradura, anejo de Almuñécar, han pasado así a ser incluidos en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz. A partir de esta condición, los fondos marinos de Almuñécar quedan blindados contra los cazatesoros, pues cualquier intervención en ellos necesita de la autorización de la consejería de Cultura, lo que abarca desde la construcción de puertos a la realización de dragados.

Fuente: Ideal

viernes, 14 de agosto de 2009

Possible Brucellosis in an Early Hominin Skeleton from Sterkfontein, South Africa

Australopithecus africanus Stw 431


30th July 2009

In this paper by Ruggero D’Anastasi and his colleagues, they show how lesions in the fossilised lumbar vertebrae of Australopithecus africanus Stw 431 from Sterkfontein, South Africa may have been caused by the individual’s consumption of meat during its lifetime, prompting the researchers to ask to what extent australopithecines living between 2.4 million and 2.8 million years BP may have included meat in their diet.

Abstract:

We report on the paleopathological analysis of the partial skeleton of the late Pliocene hominin species Australopithecus africanus Stw 431 from Sterkfontein, South Africa. A previous study noted the presence of lesions on vertebral bodies diagnosed as spondylosis deformans due to trauma. Instead, we suggest that these lesions are pathological changes due to the initial phases of an infectious disease, brucellosis. The macroscopic, microscopic and radiological appearance of the lytic lesions of the lumbar vertebrae is consistent with brucellosis. The hypothesis of brucellosis (most often associated with the consumption of animal proteins) in a 2.4 to 2.8 million year old hominid has a host of important implications for human evolution.

The consumption of meat has been regarded an important factor in supporting, directing or altering human evolution. Perhaps the earliest (up to 2.5 million years ago) paleontological evidence for meat eating consists of cut marks on animal remains and stone tools that could have made these marks. Now with the hypothesis of brucellosis in A. africanus, we may have evidence of occasional meat eating directly linked to a fossil hominin.

As is noted in the freely accessible paper, brucellosis is sometimes associated in modern populations with the consumption of of dairy products and unpasteurised cheese, but can also be passed on through infected meat. The lesions in the vertebrae ostensibly also conform to spondylosis caused by traumatic injury, but upon close examination we see:

A preliminary examination revealed the presence of some pathological lesions on the vertebral bodies. Lumbar vertebrae L4 and L5 have lytic lesions on the superior-anterior margin of the vertebral bodies; in particular L5 showed an excavation of the anterior-superior body with osteophytes. The position and gross morphology of the lesions were very similar to the pathological bone alterations observed in some infectious diseases in modern humans, such as in human zoonotic brucellosis [15].

The researchers postulate that this may be the oldest yet known, albeit indirect evidence that A. africanus may have included meat in their diet, and because carnivorous activity has also been observed in baboons and chimpanzees, it doesn’t seem unreasonable to suggest that predecessors of Homo may also have eaten meat. Meat consumption is suggested to have have played a significant role in human evolution, but it has yet to be confirmed when our ancestors began eating meat in sufficient quantities for evolution to have been affected, or indeed exactly the effects would have been.

Reference: D’Anastasio R, Zipfel B, Moggi-Cecchi J, Stanyon R, Capasso L (2009) Possible Brucellosis in an Early Hominin Skeleton from Sterkfontein, South Africa. PLoS ONE 4(7): e6439. doi:10.1371/journal.pone.0006439


Fuente: Anthropology

viernes, 7 de agosto de 2009

Los arqueólogos hallan restos del Bronce Final en La Solana de Xàtiva

Los trabajos han permitido perfilar una casa con muros de seis metros de alto y que superan los 50 centímetros de ancho.
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Los arqueólogos hallan restos del Bronce Final en La Solana de Xàtiva

La tercera fase de los trabajos en La Solana de Xàtiva ha llegado al final. Las excavaciones han permitido desenterrar vestigios del Bronce Final bajo las estructuras íberas.
Desde el día 30 de junio hasta el 17 de julio, el equipo de José Pérez Ballester, Ángel Velasco y Reyes Borredá ha trabajado para descubrir dos departamentos pertenecientes a diferentes casas ibéricas, que se han perfilado hasta quedar completamente al aire, con muros de más de seis metros de alto, y más de 50 centímetros de anchura.

El hallazgo de esta zona arqueológica, según el profesor de Prehistoria de la Universidad de Valencia, José Pérez Ballester, es que «bajo los niveles de la Época Ibérica se han documentado estructuras de habitación del Bronce Final, del siglo X al VIII antes de Cristo con abundantes restos óseos y cerámicas hechas a mano».

Estas habitaciones también cuentan con sus respectivos hogares circulares, realizados con un pavimento de tierra batida, y por la localización y composición, son el lugar donde se llevaban a cabo las tareas culinarias.

Los arqueólogos se encuentran ante los primeros restos de la Saitabi Ibérica, una zona muy mencionada por los historiadores antiguos, pero que nunca había sido encontrada por los investigadores hasta este momento.

Todos los restos descubiertos están destinados a la Universidad de Valencia, a los laboratorios de Prehistoria, donde el próximo año lectivo se estudiarán, limpiarán y clasificarán.

Las tareas de búsqueda y ampliación de nuevos hallazgos arqueológicos, se volverán a retomar el próximo verano con el equipo de trabajo de los profesores José Pérez Ballester, Ángel Velasco y Reyes Borredá, además de los estudiantes y licenciados que forman parte del trabajo de recuperación.

Las campañas de estudio sobre el terreno se han podido llevar a cabo gracias a las subvenciones del Ayuntamiento de Xàtiva, que aportó 4.000 euros para este estudio de las antiguas civilizaciones que poblaron el terreno setabense. Además, la Dirección General del Patrimonio Histórico aportó 12.000 euros para el estudio del terreno.

El término de La Solana, con sus importantes descubrimientos, se suman a los restos descubiertos y restaurados en el termino de Xàtiva. Según explicó Ángel Velasco, «se van a integrar a una ruta arqueológica», que, según explican los expertos contará, además de con los restos íberos y de la edad de bronce, con la casa islámica de la ladera norte del castillo, y dentro de la ciudad, con el ninfeo romano, los baños árabes, el palacio de la costa del Castell, y por último con la Cova Negra, aunque ésta esté más alejada.

Velasco añadió que lo que «se pretende generar es exclusivamente una ruta arqueológica, un circuito donde los visitantes puedan ir recorriendo los yacimientos», ya que tendría mucha afluencia. El técnico explicó que «esto suele gustar mucho, de hecho ya funciona, mucha gente viene a visitar los yacimientos aunque sus entradas y salidas no estén reguladas».

Fuente: Las provincias