Cultura | Exposiciones
Tesoros escondidos en una isla, barcos surcando los mares del Caribe llenos de monedas de oro, bebedores de ron con parches en el ojo y patas de palo o simplemente, piratas llenos de historias que contar. Todos ellos protagonizan la última exposición inaugurada en Salamanca y que lleva por nombre 'Piratas. Los Ladrones del Mar' y que analiza la historia, costumbres, objetivos... de estos legendarios personajes.
La comisaria de la muestra, Sandra Rodríguez, doctora en Arqueología y especializada en Arqueología Subacuática e Historia de la Navegación, ha recordado que durante sus años de trabajo en el mar del Caribe "encontrábamos muchos barcos que no podíamos identificar" por lo que se puso a investigar y "descubrí que los piratas fueron los grandes luchadores del mar contra las potencias mundiales, como España, Francia o los ingleses, pero todo por el botín".
Sin embargo, los piratas son tan antiguos como el comercio marítimo que empezaron a practicar los fenicios. Por culpa de su existencia, se crearon muchas rutas comerciales alternativas y quizás fueron los promotores del descubrimiento de América, puesto que los piratas berberiscos, auspiciados por el imperio otomano, tenían cerrado todo el Mediterráneo.
La exposición muestra como la vida en el mar era otra forma de respirar. Así, los piratas se agrupaban en el mar de las Antillas, donde crearon la Hermandad de las+ Costa, regida por leyes para protegerse entre ellos, elegir el capitán, repartirse el botín en igualdad o indemnizar a los mutilados por perder una mano o una pierna.
También hubo épocas donde estos ladrones del mar fueron héroes. Así, a Francis Drake le dieron el título de sir o los corsarios robaban con impunidad a los barcos de las naciones enemigas a cambio de dar una parte del botín al Estado.
La muestra, que tiene un carácter didáctico, se sumerge en la historia de los piratas del mundo clásico, en el Mediterráneo, en los mares de Oriente; en las azules aguas del Caribe, haciendo escala en la Isla de la Tortuga, y para por el Océano Índico para bordear la Costa de Malabar, el Mar Rojo y el Golfo Pérsico, donde los piratas atacaban a los barcos ingleses, holandeses y portugueses cuando doblaban el Cabo de Buena Esperanza.
En los 20 expositores de los que consta se exponen objetos originales y réplicas, como un peso de balanza romana de los siglos I-II, lucernas, una vasija kilix o una pulsera de plata con forma de dragón del siglo XVIII. También se pueden ver sextantes, astrolabios, ballestillas, brújulas y relojes de arena.
Fuente: Mundo
2 comentarios:
Puf, pues buen sitio entonces para hacer la exposición. Pero, bueno, en todos sitios hemos visto mal la piratería.
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