Artículo de Trastos Varios: http://trastosvarios.blogspot.com/
El 14 de abril de 1931, ante la victoria de las listas electorales republicanas en las ciudades, el rey Alfonso XIII huye del país y se proclama la Segunda República Española. Fue este régimen republicano el que hizo conocer la democracia por primera vez a España.
Algunos políticos "lumbreras" se empeñaron hace poco en expresar su gran gozo y orgullo porque nuestra democracia actual - dicen- es heredera de La Pepa, de la Constitución de 1812, la primera que conoció nuestra recién nacida nación. También se dijo que la bandera de la República era ilegal- perla de Pepe Bono- y que no podía ser portada en los homenajes a las víctimas del franquismo en el Senado.
Evidentemente, qué mejor conmemoración de una efemérides que recordar la verdad; aunque ya se ha visto que los historiadores no tenemos ninguna influencia sobre la sociedad- y menos sobre los políticos- en la difusión de la objetividad y realidad histórica.
Es un disparate decir que la bandera republicana es ilegal, inconstitucional y un largo etcétera de difamaciones. Es una bandera cuya posesión y exhibición es totalmente legal y que no contraviene a la actual carta magna.
Y ahora vayamos al grano, al leitmotiv que anuncia el título de la entrada. Evidentemente, nuestra constitución actual no tiene nada que ver con la de 1812, y no me refiero siquiera a su puesta en práctica. Me refiero a algo más básico todavía: no hay que confundir a la gente asimilando los términos de liberalismo y democracia, pues no son lo mismo.
La constitución liberal de 1812, aunque de sufragio universal masculino, dejaba sin votar a la mitad del pueblo español: a todas las mujeres. La constitución democrática republicana de 1931 posibilitó que en 1933 la mujer tuviera acceso al sufragio, hecho que supone el único antecedente verdaderamente democrático del que podría beber nuestra actual constitución. En 1931 se planta la semilla -la Constitución Republicana- que en 1933 daría el fruto democrático, que desgraciadamente duró tan poco.
Hay que denunciar la acción intencionada de ocultar que la Segunda República no fue algo malo en esencia, que fue una época democrática, de reformas e intenciones positivas, que murió bajo el yugo fascista-nacionalcatólico. Quizá no se le restituya su dignidad al régimen republicano por miedo a que vuelva, pues cada vez hay menos ciudadanos contentos o conformes con la monarquía. Quién sabe, no analicemos los hechos sin perspectiva temporal. Sin embargo, esta omisión puede llevar a algo tan peligroso como a la justificación o banalización de la peor dictadura y represión que jamás haya padecido este país llamado España.
Feliz día de la República. Salud.
Algunos políticos "lumbreras" se empeñaron hace poco en expresar su gran gozo y orgullo porque nuestra democracia actual - dicen- es heredera de La Pepa, de la Constitución de 1812, la primera que conoció nuestra recién nacida nación. También se dijo que la bandera de la República era ilegal- perla de Pepe Bono- y que no podía ser portada en los homenajes a las víctimas del franquismo en el Senado.
Evidentemente, qué mejor conmemoración de una efemérides que recordar la verdad; aunque ya se ha visto que los historiadores no tenemos ninguna influencia sobre la sociedad- y menos sobre los políticos- en la difusión de la objetividad y realidad histórica.
Es un disparate decir que la bandera republicana es ilegal, inconstitucional y un largo etcétera de difamaciones. Es una bandera cuya posesión y exhibición es totalmente legal y que no contraviene a la actual carta magna.
Y ahora vayamos al grano, al leitmotiv que anuncia el título de la entrada. Evidentemente, nuestra constitución actual no tiene nada que ver con la de 1812, y no me refiero siquiera a su puesta en práctica. Me refiero a algo más básico todavía: no hay que confundir a la gente asimilando los términos de liberalismo y democracia, pues no son lo mismo.
La constitución liberal de 1812, aunque de sufragio universal masculino, dejaba sin votar a la mitad del pueblo español: a todas las mujeres. La constitución democrática republicana de 1931 posibilitó que en 1933 la mujer tuviera acceso al sufragio, hecho que supone el único antecedente verdaderamente democrático del que podría beber nuestra actual constitución. En 1931 se planta la semilla -la Constitución Republicana- que en 1933 daría el fruto democrático, que desgraciadamente duró tan poco.
Hay que denunciar la acción intencionada de ocultar que la Segunda República no fue algo malo en esencia, que fue una época democrática, de reformas e intenciones positivas, que murió bajo el yugo fascista-nacionalcatólico. Quizá no se le restituya su dignidad al régimen republicano por miedo a que vuelva, pues cada vez hay menos ciudadanos contentos o conformes con la monarquía. Quién sabe, no analicemos los hechos sin perspectiva temporal. Sin embargo, esta omisión puede llevar a algo tan peligroso como a la justificación o banalización de la peor dictadura y represión que jamás haya padecido este país llamado España.
Feliz día de la República. Salud.
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