Durante la realización de nuevas excavaciones sobre un lugar descubierto en el siglo XIX, arqueólogos israelíes descubrieron parte de una muralla que data de hace más de 2.000 años en la ciudad de Jerusalén. Las excavaciones se enmarcan dentro de un gran proyecto para convertirlas en un recorrido arqueológico turístico.
Fueron descubiertos en perfecto estado los restos de dos fortificaciones, apenas separadas por una decena de metros. Uno data del periodo llamado del Segundo Templo (del año 200 a.C. al 70 d.C.) y el segundo es algo más reciente y pertenece al periodo bizantino (del siglo IV al VII).
"La ciudad no fue nunca tan grande como en esas dos épocas, era el punto central para los peregrinos judíos en el periodo del Segundo Templo y los peregrinajes cristianos durante la época bizantina", explicó el director de las excavaciones Yehiel Zelinger.
La pared de 3,2 metros de altura no estaba apoyada en argamasa u otro material adhesivo y formaba parte de una fortificación de seis kilómetros alrededor de la ciudad, declaró. La actual muralla alrededor de la Ciudad Vieja de Jerusalén es de cuatro kilómetros de circunferencia.
Se conocía la existencia de estos restos por investigaciones realizadas a finales del siglo XIX por dos arqueólogos británicos que trazaron un mapa detallado. En esa época, las investigaciones se realizaron bajo tierra, por una galería de túneles, y posteriormente desaparecieron hasta que se iniciaron nuevas búsquedas hace 18 meses.
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