La Universidad de Viena pondrá a prueba un sistema de protección informático de transferencia de datos que presume de ser "indestructible" y que hará uso de un método basado en la física cuántica, que permite detectar si una comunicación ha sido intervenida en todo momento. Colocarán seis localizardores entre Viena y la ciudad de San Poelten a través de 200 kilómetros de cables de fibra óptica servirán a los científicos para la segunda prueba del proyecto.
El sistema informático de protección de datos pretende ser prácticamente infalible y utiliza la encriptación cuántica. El sistema permite que en el caso de que se produzca algún intento de intercepción "se creen de manera inmediata una serie de interferencias detectables", que permitirían sustituir la clave antes de que pueda ser intervenido el sistema por algún hacker.
La información viaja contenida en propiedades cuánticas de los átomos, por lo que en el caso de que hubiese cualquier observador ajeno siguiendo el sistema, sería detectado de manera inmediata y alteraría su contenido. "Se puede establecer un canal de comunicación entre dos usuarios donde es imposible espiar sin que lo detectemos", aseguró el experto en la materia Gilles Brassard, de la Universidad de Montreal, en declaraciones a la BBC, recogidas por otr/press.
De esta forma, si un vínculo cuántico se rompiera, los científicos lo detectarían y las conexiones podrían ser desviadas a través de otros nodos con el fin de que cualquiera de los dos usuarios conectados a la red pueda permanecer en contacto de manera segura.
La encriptación cuántica es una idea en la que han trabajado durante 25 años el informático Charles Bennet, de IBM, y el propio Bassard, que visitó Viena con motivo de la puesta en marcha de la ambiciosa prueba de este sistema.
PRUEBA DE FUEGO
Tras las pruebas preliminares, se instalarán 200 kilómetros de cables de fibra óptica entre la ciudad de Viena y San Poelten y utilizarán procedimientos que permitirán una configuración casi infranqueable.
El proyecto comenzó a desarrollarse hace 25 años por Charles Bennett de IBM y Gilles Brassard de la Universidad de Montreal. No obstante, ha sido ahora cuando se ha podido desarrollar realmente, gracias a la investigación desarrollada por científicos de la Universidad de Viena.
Aparte de este proyecto que se pretende poner en marcha, existen otros que quieren utilizar las innumerables propiedades de la criptografía cuántica para desarrollar distintas aplicaciones.
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