Fuente: La Razón
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Miércoles 25 de Junio de 2008 | ||
Fuente :AFP | ||
PARIS.- Un asentamiento prehistórico de más de 7.000 años de antigüedad fue descubierto en el sur de París, cerca del Sena, anunció el miércoles el Intituto Nacional de Investigaciones Arqueológicas Preventivas (INRAP). El sitio, el más antiguo jamás hallado en la capital francesa, data del Mesolítico (9.000 a 5.000 años antes de nuestra era); fue ocupado por cazadores y recolectores, que dejaron una gran cantidad de puntas de flechas de sílex de 1 a 3 cm, un percutor para tallar el sílex, raspadores de ese mismo material para trabajar las pieles, restos de cenizas y huesos de animales. Los pueblos que vivían en esa época eran nómades y cazaban ciervos, jabalíes o corzos. Según la responsable de las excavaciones, Benedicte Souffi, la zona estudiada, que se extiende por unos 5.000 m2, situada en la parte sur de la capital francesa, debió ser ocupada en varias ocasiones. Se supone que las tribus nómades llegaban hasta ese lugar para obtener el sílex de los aluviones del Sena, y tallaban allí mismo las puntas de flechas que fijaban luego con resina a una varilla. Entre los objetos encontrados, los arqueólogos recogieron "fragmentos de huesos que permitirán afinar la datación y determinar las especies que eran cazadas". Las poblaciones del Mesolítico vivieron después de la desaparición del mamut y del reno, en un paisaje temperado donde el bosque remplazó a la estepa glacial. Según los arqueólogos, la zona de excavaciones en París está particularmente bien conservada porque fue cubierta muy pronto por el légamo del Sena y después, durante los siglos XVIII y XIX, por terraplenes destinados a proteger la ciudad de las crecidas del río. Fuente |
Valladolid - Cultura/Patrimonio - Martes, 24 de Junio - 13:43 Pintia inicia su XIX campaña de excavaciones arqueológicas con el objetivo de recuperar 25 tumbas y un programa con variados talleres multidisciplinares ICAL El yacimiento arqueológico de Pintia, situado en el término municipal de Padilla de Duero, a 60 kilómetros de la capital vallisoletana, ha arrancado su XIX campaña de excavaciones con el objetivo de repetir la cifra de tumbas de incineración que se recuperaron el pasado ejercicio, 25. Según explicó el codirector del Proyecto Pintia, Fernando Aromero, en la zona que se está excavando desde el pasado 1 de junio se han recuperado por el momento seis tumbas, fechadas desde mediados del siglo II antes de Cristo hasta comienzos del siglo I antes de Cristo. Fuente: Noticias de Castilla y La Mancha | |
Maqueta que se encuentra en el Museo del Templo Mayor. SUN
Los ocho módulos puestos en marcha forman parte de un esfuerzo institucional, pues cada sala del Museo del Templo Mayor contará con un sistema virtual.
El INAH y la UdeG exploran La Picota, uno de los sitios con vestigios arqueológicos de la tradición Sayula. El proyecto tiene el registro cronológico más completo de las culturas del Occidente del país. |
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21-Junio-08 | ||||
Tener una mina de sal tierra adentro le dio una importancia especial a la región de la cuenca de la laguna de Sayula, Jalisco, porque los pobladores no tenían que ir hasta la costa para obtenerla. Es un recurso que controlaron y del cual obtenían fuertes ingresos. En este sentido la laguna de Sayula fue similar al lago de Texcoco en el Altiplano Central y de ahí la importancia y singularidad de los sitios prehispánicos que se asentaron en sus alrededores, donde la sal fue un elemento cultural y de codicia comercial. A través de investigaciones realizadas desde 1990 en los cerca de 200 kilómetros cuadrados de extensión de la región, que abarca cinco municipios del estado (Amacueca, Techaluta de Montenegro, Teocuitatlán de Corona, Sayula y Atoyac), se han detectado por lo menos 200 sitios arqueológicos, cinco de los cuales parecen haber sido importantes centros políticos y religiosos. Uno de esos sitios es La Picota, donde el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y la Universidad de Guadalajara (UdeG) reanudaron excavaciones a principios de mayo, como parte del Proyecto Arqueológico de la Cuenca de Sayula. De acuerdo con los especialistas, La Picota debió ser, en el periodo Epiclásico (640-900 dC), uno de los complejos prehispánicos más relevantes del Sur del estado y quizá el más importante de la cuenca. Su estudio aportará datos sobre la época de auge en toda la región, cuando floreció el Complejo Sayula, toda vez que ahí se encuentran identificadas estructuras monumentales de esa tradición cultural; especialmente, la investigación permitirá ampliar el conocimiento de la arquitectura de la tradición Complejo Sayula y de la elite gobernante. El proyecto es dirigido por la arqueóloga Catherine Liot, de la Universidad de Guadalajara, y se realiza conjuntamente con el INAH, bajo la coordinación del arqueólogo Otto Schöndube, y con recursos del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt). Schöndube informa lo anterior y explica que La Picota, ubicada en el municipio de Techaluta, entre el poblado del mismo nombre y las orillas del lago seco, es uno de los pocos sitios del estado que tiene arquitectura que se puede considerar monumental. “El sitio, del Clásico Tardío (alrededor del año 500 dC), abarca más de 120 hectáreas, en las cuales se localizan tres conjuntos arquitectónicos dispersos entre sí, ya que en esta región no son usuales las construcciones continuas como sucede en los sitios del Altiplano. A través de las excavaciones que se llevan a cabo este año queremos incidir en la época de auge de la región, que fue cuando floreció el Complejo Sayula”, comenta el arqueólogo, quien agrega que, además, la investigación pretende “definir los elementos de la clase que tuvo el poder en la región, porque hasta ahora nuestro trabajo se había centrado en manifestaciones de la población en general”. Otto Schöndube aclara que todavía no se tienen “datos importantes de la arquitectura desarrollada por esta tradición, así que iniciaremos un análisis sobre el tipo de arquitectura y las técnicas constructivas. Entre otras cosas, se pretende comprobar si la separación entre los conjuntos arquitectónicos indica que cada uno tuvo un servicio diferente”. En la temporada de campo que comenzó, los arqueólogos fundamentalmente explorarán el conjunto del lado sur del sitio, donde anteriormente, por medio de calas, identificaron un periodo de ocupación largo e incluso materiales coloniales. En temporadas de trabajo anteriores también se levantó un plano topográfico; sin embargo, los especialistas consideran que es necesario hacerlo más exacto. Cabe resaltar que la cuenca de Sayula es una de las pocas regiones del estado de Jalisco estudiada a través de un proyecto de trabajo continuo de años. Schöndube explica: “El Proyecto Arqueológico de la Cuenca de Sayula comenzó en 1990, con la participación de tres instituciones: el INAH, la UdeG y Orstom, un grupo de investigadores franceses encabezado por el arqueólogo Jean Pierre Emphoux”. Agrega que, a través de este proyecto, “se llevaron a cabo exploraciones de campo hasta 1997 y los tres años siguientes se dedicaron a trabajo de gabinete. De 2000 a 2004 se trabajó el sitio de La Peña”. En 2000-2001, Bruce Benz y Marcus Winter trabajaron en abrigos rocosos. Es hasta este 2008 que reinician las temporadas de campo con las excavaciones en La Picota, que es el tercero de los sitios mayores de la cuenca que se excava de manera amplia. El proyecto se ha desarrollado en tres etapas: en la primera participaron las tres instituciones, mientras que la segunda y la tercera fueron obra conjunta del INAH y la UdeG. Respecto al origen del proyecto, Schöndube narra: “Empezamos caminando. Prácticamente recorrimos a pie toda el área viendo lugares, tomando muestras de tierra, analizado cómo se podían colocar en el tiempo los vestigios y elaborando mapas. Encontramos no menos de 200 sitios arqueológicos que van desde pequeñas rancherías hasta centros bien desarrollados de mediano tamaño, entre ellos los cinco centros rectores: La Barranca del Águila, Cerritos Colorados, La Peña, La Picota y Santa Inés”. Después, añade el arqueólogo, “seleccionamos puntos para hacer excavaciones, para obtener muestras de cada periodo cultural. Con el correr del tiempo hicimos varias temporadas de campo y a la fecha tenemos cubierta una cronología muy bien establecida desde 500 aC hasta la llegada de los españoles”. Principales descubrimientos Entre los descubrimientos más importantes del Proyecto Arqueológico de la Cuenca de Sayula se encuentra el haber comprobado la invasión tarasca en tierras de la cuenca para obtener la sal que se produce en el lecho de la laguna, ocasionando “la llamada guerra del salitre”. Cabe resaltar que la laguna de Sayula es un lago cerrado, no tiene salida y por lo tanto hay mucha evaporación, por lo que las sales se concentran en su lecho. Schöndube explica que antes de las excavaciones dicho conflicto era un mito; con el trabajo arqueológico se comprobó que hubo una incursión tarasca, pero queda por probar si fue bélica o de otra índole, porque han encontrado objetos tarascos de cerámica, orfebrería y obsidiana pulida, además de entierros que indican un biotipo diferente a la población de la región. También se descubrieron tumbas de tiro: “Además de las tradicionales, construidas en tepetate y que se localizaron cerca de Sayula, se encontraron tumbas de tiro cuyas características las hacen únicas, porque no son sólo las cavidades excavadas bajo tierra, sino que sus paredes y el tiro que comunica con el exterior están recubiertos con lajas de piedra, formando una especie de falsas bóvedas”. Estas características, indica Schöndube, “se deben a que el terreno del lugar no permite que las cavidades excavadas se mantengan por mucho tiempo, entonces se les colocaron las piedras con la finalidad de que no se desplomaran”. Las tumbas de tiro son monumentos funerarios construidos en el subsuelo, cavando el tepetate, cuya dureza evita el peligro de los derrumbes. El “tiro” es un pozo vertical que lleva a una o varias cámaras que pueden ser de forma ovalada, redonda o cuadrangular. Esta clase de depósitos mortuorios sólo se han localizado en los estados de Nayarit, Colima, Michoacán, Zacatecas y Jalisco. De acuerdo con Schöndube, también es importante el hecho de que se tiene recuperada la primera muestra amplia estadísticamente válida de restos humanos prehispánicos para la región de Occidente y un conocimiento general de la región. “Trabajamos una gran cantidad de entierros, por eso nuestros estudios tienen un valor estadístico más fuerte y podemos generalizar. Tenemos vestigios de presencia cultural al menos desde diez mil años aC, entre los que se encuentran unas puntas clovis. También encontramos evidencias de cinco mil años aC. Pero la secuencia con más cantidad de materiales, y por lo tanto mejor establecida, que pudimos identificar va de alrededor de 500 aC a la conquista española. De es periodo tenemos el registro más rico, más abundante, más completo del Occidente”. *Con información de Guillermina Escoto/INAH Algunos resultados De acuerdo con Otto Schöndube, entre las fases más importantes que han identificado los arqueólogos en este amplio intervalo cronológico están Amacueca, Aztatlán (o Complejo Aztatlán) y Sayula. En relación a la época de tumbas de tiro encontradas en la zona se identificaron las fases Verdía y Usmajac Investigadores que han participando en el proyecto han obtenido importantes premios a partir de su trabajo en la cuenca, entre ellos el Antonio Caso, otorgado por el INAH. Además, algunos estudiantes obtuvieron becas para realizar posgrados en Francia Fruto del proyecto se han publicado dos libros: Arqueologia de la Cuenca de Sayula, coordinado por Francisco Valdez, Otto Schöndube y Jean Pierre Emphoux Coodinadores (UdeG/Institut de Recherche pour le Developpement, 2005), y Transformaciones socioculturales y tecnológicas en el sitio de La Peña, Cuenca de Sayula, Jalisco, coordinado por Catherine Liot, Susana Ramírez, Javier Reveles y Otto Schöndube (UdeG/INAH, 2006). Fuente: Público (Guadalajara, Mexico) | ||||
Cambios en el trazado
Un recipiente de cerveza
Parece que a la DGA le resulta fácil entererarse de lo que sucede al lado de Zaragoza. Pero no se ha enterado de la destrucción del los restos del PUENTE ROMANO de LECHAGO, y , si se ha enterado, no ha sido capaz de parar las obras del pantano de Lechago cuyas máquinas están arrasando el puente llamado de la palanca. En el mundo rural, las cosas son así. No interesan a nadie.
Por Jean-Arsène Yao
En menos de un año de excavación, el cerro de Ventarrón nos ha revelado cuatro mil 500 años, que son los que tiene el templo que descubrió el recién pasado 6 de junio el arqueólogo Ignacio Alva, quien calificó esta edificación de “templo primigenio” de la región de Lambayeque. La construcción —una de las más antiguas de Perú—, según su descubridor, es la cuna de la cultura de la gran región de Lambayeque.
Con unos 20 metros de lado, el templo pertenece al período Arcaico precerámico (15,000 a. C.–2,000 a. C.) y forma parte de la primera de tres etapas de construcción de una gran pirámide. A diferencia de otras construcciones prehispánicas, el templo de Ventarrón no está hecho de piedras, sino de barro.
Sobre el mural se puede apreciar un diseño en relieve de dos peces cruzados, hechos de tierra y fibra vegetal; una representación que, según Alva, “tiene casi la misma técnica y el mismo tamaño” que las “Manos cruzadas” de las ruinas de Kotosh, de unos cuatro mil años de antigüedad, descubiertas en la región central de Huanuco.
Los elementos decorativos del templo fueron hallados junto a un altar circular de culto al fuego sagrado, donde se incineraron ofrendas. Esta práctica religiosa data de tiempos precolombinos y está relacionado con la producción, con la siembra y con la fecundidad de la tierra.
No en vano Ignacio Alva ha declarado que los primeros hallazgos de las excavaciones en el complejo arqueológico han revelado que los antiguos pobladores de Ventarrón estaban muy vinculados al cultivo de algodón y a un sistema de intercambio y producción de redes y textiles.
Otro de los aspectos a destacar del altar es su forma circular, que, es indudable, refiere al culto al Sol que practican los Monche, pueblo que habita la región. Éstos, al igual que los Incas, acostumbraban representar por un gran disco de oro circundado de rayos, al que adoraban en templos cubiertos de oro.
Según el arqueólogo peruano —hijo de Wálter Alva, quien descubrió las tumbas del Señor de Sipán— existen más pruebas arqueológicas alrededor de Ventarrón que refuerzan la idea de que este templo fue parte de un núcleo religioso.
De hecho, el experto considera que los decorados con peces tienen un interés especial porque “están asociados a la fertilidad”. Una fertilidad que, según el investigador peruano Santiago Uceda Castillo, entre los Moche, tiene dos modalidades: la fertilidad agraria, como forma de garantizar el desarrollo económico de la sociedad, y la otra, la fertilidad social, para la reproducción de los jefes, su germinación.
La representación de los peces, así como la de las redes descubiertas en una anterior excavación, da a la arquitectura de Ventarrón unas características particulares. Estos diseños —indica Ignacio Alva— reflejan fundamentalmente “la economía de ese tiempo”, el deseo de “marcar una tradición local” y un estilo frente a las culturas del Arcaico precerámico, como la Kotosh y la ciudadela de Caral, situada a 160 kilómetros al norte de Lima.
Las excavaciones arqueológicas de Ventarrón se comenzaron en agosto del 2007 con la sospecha de que pudiera esconder algo importante. Primero fueron las cenizas de un fogón cuya existencia remontaba a más de dos mil años antes de Cristo.
Luego vino la segunda fase de la construcción del templo, de cuatro mil años de antigüedad y compuesto de muros curvos, fachadas con colores rojo, blanco y verde y dibujos de aparente significado ritual, como un venado atrapado en una red. En él, además, se encontraron un altar dedicado al culto del fuego y el esqueleto de un guacamayo con un collar.
El resto de esta primera planta, que no es otra que la baja, no se conoce en su totalidad, puesto que está sepultada por los muros de los pisos superiores que en derrumbe se superpusieron. Sin embargo, el arqueólogo espera abrirla al público a mediados de este año con el apoyo de la cooperación francesa.
Efe- Reportajes
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El doctor Gerardo Izquierdo demostró en la expedición al sitio de San Felipe, que los individuos del grupo pretribal apropiador, utilizaron el sílex de esa zona como materia prima para la fabricación de sus herramientas. Sierrezuela en Caibarién, un sitio de relevante importancia arqueológica, pudiera ser Monumento Nacional, según declaró a la prensa el Doctor Gerardo Izquierdo, Vice- director del Instituto Nacional de Antropología. Declaraciones del doctor Gerardo Izquierdo (Audio) En los últimos años un grupo de investigadores jóvenes emprendieron un reanálisis que trajo como resultado el cambio de conceptos de la Arqueología, por ejemplo, no se valoraba la historia de Cuba sino a partir del encuentro de las dos culturas, la europea y la aborigen, sin tener en cuenta los miles de años anteriores. El papel de las comunidades en el desarrollo socioeconómico y en la formación de la identidad nacional se ha revalorado. A contraposición de la tendencia de los centros de poder que fijaron conceptos que comienzan la historia a partir del descubrimiento de estas tierras por los europeos y hablan de que las culturas aborígenes se extinguieron así, de golpe y porrazo. Caibarién no está exento de estas rectificaciones, pues en el territorio existen un grupo de sitios importantes para la Arqueología del país y un grupo de personas aficionados a la ciencia que se ocupan de estos temas y descubren lugares donde vivieron los primeros pobladores: Punta del Vizcaíno, Los Cambaítos, Cayo Conuco y la Cueva de Sierrezuela, uno de los lugares más importantes para la Arqueología de Cuba, porque responderá a un grupo de incógnitas que se están valorando. En el país existen unos trescientos lugares que reúnen estas evidencias de actuación de las sociedades tempranas, la provincia de Villa Clara reúne la mayor cantidad de sitios, sólo cuatro tienen un estrato antropogénico, y sólo uno, al parecer, no tienen ningún tipo de alteración ni muestra multicomponencia, es decir, coincidencia de distintos grupos humanos con diferentes niveles de desarrollo, se trata de Sierrezuela. A principios de la década del noventa del siglo XX, es reportado por el grupo de aficionados a la ciencia Cayobarién y a partir de ahí, un grupo de especialistas del antiguo Centro de Antropología, realiza excavaciones que arrojan evidencias líticas y restos de la de dieta, objetos importantes, como el silbato, una pieza única en el país, reportada por primera vez en estratos antropogénicos; y también un disco de cuarzo colgante, que exhibe el museo municipal María Escobar Laredo de la ciudad de Caibarién. El estudio de este material lítico nos da que en una profundidad de un metro o uno diez a partir de cincuenta centímetros hacia arriba, notamos un cambio en la materia prima, algunos investigadores lo atribuían a la coexistencia de dos grupos diferentes en el lugar, sin embargo, en realidad es un cambio de materia prima. Sierrezuela está enclavado en un lugar muy sensible y la loma fue afectada por la explotación de materiales para la construcción; afortunadamente, los decidores en aquellos momentos se pronunciaron por conservar el área como patrimonio arqueológico, pero en los últimos meses ha habido algunos intentos por reiniciar las labores de explotación de materiales, a lo que llama para evitar que suceda por la importancia y necesidad de continuar estudios, hacer nuevas excavaciones para las generaciones venideras, incluso se hacen gestiones para declararlo Monumento Nacional por las respuestas que puede dar a la Arqueología. En el territorio existieron también grupos apropiadores en un segmento histórico medio y tardío, y grupos productores tribales que llegaron a tener contacto con los primeros europeos que nos colonizaron, por ejemplo, los del sitio Tesico 1, donde se han encontrado elementos de transculturación, incluso hay reportes de finales del siglo XVIII, donde se habla de aborígenes que ante la presencia de los colonizadores se refugiaron en la cayería cercana y luego hacían trueque con los colonos ya aposentados en Remedios y Caibarién, y eran vigías que avisaban del acercamiento de barcos piratas, es decir que su presencia llegó hasta una fecha tardía. (Fotografías, pie de fotos y comentarios a ellas: Licenciado Máximo Luz Ruiz) | |
Escrito por Raisa Guevara y Yudith Delgado Fuente: Radio Calibarién |
Vista general. El santuario, en primer término, y el talaiot, que presenta una escalera monumental |
El santuario cercano al talaiot occidental de Cornia presenta dos ámbitos, uno de los cuales conserva la cubierta pétrea
toni seguí , Maó
Las excavaciones realizadas en el poblado de Cornia han confirmado la existencia de un santuario de planta absidal orientado al sur, con un primer ámbito lobulado y un segundo –inaccesible y aún no excavado– que presenta un corredor y, además, conserva una cubierta ‘in situ’. Este edificio religioso podría remontarse como mínimo entre los años 1.000 y 500 antes de nuestra era, hipótesis pendiente de los análisis de datación radiocarbónica, según ha informado el arqueólogo y codirector de las excavaciones Antoni Ferrer.
Las excavaciones han sacado a la luz únicamente cerámicas indígenas realizadas a mano, por lo que la ausencia de cerámicas de importación indicaría que el santuario estaba activo en un momento histórico en el que no había contactos comerciales con los pueblos clásicos. Por tanto, el equipo de arqueólogos defiende una cronología encuadrada como mínimo en la segunda mitad del primer milenio antes de nuestra era, aunque los análisis del carbono 14 determinarán la antigüedad de los restos. Por otra parte, uno de los interrogantes aún sin esclarecer es si el santuario se construyó junto al talaiot preexistente o, por el contrario, éste fue anexado posteriormente al edificio religioso. Esta cuestión podrá ser resuelta cuando después del verano se excave el segundo ámbito del santuario que confronta con el talaiot.
Los principales objetos materiales encontrados en el santuario son unos siete u ocho “molons” o molinos de mano, así como algunos percutores (“macs de la mar”) para triturar los alimentos. La presencia de los ‘molons’, asociados normalmente a la actividad doméstica, no invalida el carácter sagrado del recinto, puesto que posiblemente fueron reutilizados como elementos constructivos, al haber sido encontrados en el nivel de derrumbre del edificio. Además, la distribución del recinto no responde a la de una construcción de hábitat.
Por otra parte, se han excavado dos depósitos o ‘sitjots’ situados junto al talaiot oriental de Cornia, con el hallazgo de cerámica islámica y un pequeño fragmento de bronce inclasificable y, en un nivel inferior, cerámica púnica, ibérica, itálica y talaiótica, además de un proyectil de plomo utilizado por los honderos y un utensilio de hierro sin identificar.
Equipo. Está formado por alumnos de arqueología y tres profesionales que realizan la tesis doctoral |
Un equipo de Boston University realiza la sexta campaña en Torre d’en Galmés, en el marco de un proyecto de investigación sobre el hábitat talaiótico y su reocupación romana e islámica
toni seguí, Alaior
El departamento de arqueología de Boston University (BU), de EEUU, realiza un proyecto de investigación del hábitat talaiótico y su reocupación romana e islámica y lleva excavando ocho años en Isla, primero en el poblado de Talatí de Dalt y ésta sera la sexta campaña en Torre d’en Galmés, que empezó el 25 de mayo y finalizará a principios de julio. El equipo está formado por 22 personas, con 18 estudiantes de arqueología y otros tres profesionales (Kevin Mullen, Marta Ostovich y Claire Payne) que preparan su tesis doctoral. La doctora en arqueología de la BU, Amalia Pérez-Juez, es codirectora de las excavaciones de la llamada casa número 2 en Torre d’en Galmés, junto al también doctor en dicha disciplina James Wiseman.
La tesis que defienden ustedes acerca de la casa talaiótica difiere de la concepción tradicional.
La idea que teníamos era excavar una casa talaiótica, que siguiendo la bibliografía tradicional tiene una tipología, sigue unos patrones. Nosotros al empezar a excavar nos dimos cuenta de que se trataba de algo, no digo falso, pero sí un poco simple. Las casas talaióticas no son como chalets adosados, sino que son complejos arquitectónicos en los que una serie de personas comparten espacios interiores o exteriores que están conectados. Entonces, nosotros ya no estamos hablando de casa talaiótica, sino de estructuras arquitectónicas talaióticas, es decir, una serie de viviendas conectadas y en las que se realizan distintas funciones vitales, pero también otras de tipo industrial (cerámica, herramientas de metal, entre otras). Intentamos ver la conexión entre estas viviendas y cómo se organiza el urbanismo en este poblado.
¿Cómo han llegado a la conclusión de que esta vivienda no tenía patio interior?
Nosotros no decimos que el patio interior no exista, sino que no lo hemos encontrado. Una cosa que siempre se había dicho es que las casas estaban anexadas una con la otra, la que excavamos nosotros no está anexada, hay un corredor por medio. Se ha dicho que el patio interior estaba cerrado, pero al analizar los sedimentos, es decir, la serie de suelos que ha quedado con el paso de los años, con la micromorfología puedes ver si esta tierra ha estado sometida al agua. Todos los depósitos sedimentarios del llamado patio estaban protegidos, no han sufrido la acción del agua. Eso a nosotros nos permite de una manera bastante certera afirmar que en la casa que excavamos no había un patio interior, que no quiere decir que no lo hubiera en otras. Aquí hay casas con espacios interiores tan grandes que es imposible cubrirlos, a menos de que hubiera algún tipo de poste, pero la nuestra es tan chiquitita, los espacios interiores podían cubrirse perfectamente.
También han utilizado la reconstrucción virtual, ¿no es así?
Hicimos una reconstrucción en tres dimensiones y uniendo los postes verticales que hay por arriba, encontramos que perfectamente de un pilar a otro pilar nos cabría una laja de piedra sin romperse, que no sería descabellado que estuviera cubierto. También queremos desmitificar que el hábitat talaiótico sigue unos patrones y que todo es igual, cuando sería en función de las necesidades de las personas que vivían en cada vivienda. Hemos realizado mucho trabajo de laboratorio, hemos analizado cada trocito de sedimento, sabemos cómo eran los suelos, cómo se construían.
Además de la excavación propiamente dicha, el proyecto tiene un componente pedagógico.
Una de las partes muy importantes de nuestro proyecto es enseñar arqueología a nuestros alumnos, que son 16 de este año y otros dos que repiten del año pasado, luego hay tres estudiantes de doctorado que son profesionales que hacen investigación, en total somos un equipo de 22 personas. Se trata de enseñarles cómo concebimos la arqueología, una disciplina en la que participan otras muchas disciplinas, como una área de investigación interdisciplinar, en la que no sólo enseñamos a excavar, recuperar cerámica y cata logarla, sino que hacemos mucha analítica, estudiamos todos los depósitos sedimentarios, analizamos todas las tierras para ver cómo se han formado, las semillas, los huesos, los fitolitos -que son las plantas que han podido quedar en el suelo- y hacemos reconstrucción tridimensional.
Trabajos en la Gran Dolina, en la campaña de 2007. (Foto: Alberto Cuéllar)
MADRID.- Un año más,la Sierra de Atapuerca entra en enfervescencia paleontológica. Hoy mismo ha comenzado la nueva campaña de excavaciones en el enclave más emblemático de la Península Ibérica para la investigación del pasado del ser humano.
En esta segunda quincena de junio, según han anunciado los investigadores, está previsto que se trabaje en cinco yacimientos en diferentes puntos de la sierra burgalesa, un número que se ampliará en el mes de julio, cuando todos los equipos estén a pleno rendimiento.
En concreto, ya se ha empezado a meter la piqueta en la Sima del Elefante, el enclave estrella durante la campaña del año pasado. Fue allí donde se descubrió una mandíbula humana y varios utensilios realizados con sílex que, según los estudios posteriores, tienen 1,2 millones de años de antigüedad.
Esa datación supone que aquellos restos pertenecieron a la primera especie humana que pobló Europa y que vivió en Atapuerca. Este año, se confía en que puedan aparecer más restos de aquel individuo prehistórico.
Otro de los yacimientos en los que ya se trabaja es la Covacha de los Zarpazos, llamada así por las señales dejadas en una pared por un oso; también se ha comenzado a cavar en la Gran Dolina, el yacimiento donde salieron a la luz los primeros restos de 'Homo antecessor'; y en la Cueva del Mirador, que está situado fuera de la Trinchera del Ferrocarril.
El quinto lugar en el que ayer se comenzó a excavar es un asentamiento al aire libre bautizado como Hotel California.
En julio, se sumarán el Portalón de la Cueva Mayor y la Sima de los Huesos.
En total, durante este mes serán 40 personas las que excaven en la Sierra de Atapuerca, investigadores de diferentes centros de investigación asociados a estos trabajos desde hace tiempo, tanto nacionales como internacionales.
Pertenecen a más de una veintena de disciplinas, desde biólogos y zoólogos, hasta paleontólogos y arqueólogos, con objeto de lograr un retrato lo más fidedigno posible de la vida de los antepasados.
Las excavaciones, dirigidas por José María Bermúdez de Castro, Eudald Carbonell y Juan Luis Arsuaga, están financiadas por la Junta de Castilla y León.
Soria.- La Dirección General de Patrimonio Cultural de la Junta de Castilla y León quiere convertir al yacimiento arqueológico de Tiermes en referencia nacional e internacional en la gestión.
"La Junta quiere convertir a Tiermes en un laboratorio, que sea un modelo paradigmático de como se puede ir investigando y excavando, a la vez que conservando y enseñando", ha resumido el director general de Patrimonio Cultural del Gobierno regional, Enrique Sáiz, en la visita realizada hoy al yacimiento arqueológico, situado al sur de la provincia de Soria.
"Es un yacimiento muy importante desde el punto de vista cultural, pero que es muy delicado y difícil de conservar y poner a disposición de los investigadores", ha resaltado el director general.
El proyecto cultural presentado por el responsable regional pretende convertir al yacimiento arqueológico de Tiermes en un lugar para la experimentación, el estudio y la innovación de los mejores procedimientos para la conservación de yacimientos arqueológicos y lugares patrimoniales complejos.
El proyecto tiene un plazo temporal hasta finales del año 2009, plazo en el que se ha propuesto compatibilizar la continuidad de las tareas de conservación, limpieza y adecuación para la visita del yacimiento con las tareas de memoria documental de todas las estructuras que se están descubriendo y ordenando.
También se pretende compatibilizar estas tareas con las visitas guiadas, donde además de explicarles a los visitantes la historia del lugar desde el punto de vista arqueológico e histórico, serán participes de la necesidad de aplicar técnicas y cuidadores innovadores en estos lugares.
Por ello, según ha explicado Sáiz,la Dirección General de Patrimonio Cultural ha iniciado hoy un curso de guías especializados en la interpretación del patrimonio, "para que a lo largo de los próximos meses pongan en practica estos conocimientos que van a recibir sobre el yacimiento de Tiermes".
Además está prevista una reunión internacional en octubre en la que se darán cita expertos en gestión arqueológica del sur de Europa.
Esta reunión será continuación del encuentro mantenido el año pasado en Tiermes, con expertos italianos, portugueses y españoles para conocer los mejores procedimientos de conservación y didáctica de la conservación.
Otro proyecto en cartera es la realización de un completo atlas digital del yacimiento arqueológico de Tiermes, para que en el futuro,"con el yacimiento consolidado y la mayor documentación que podamos tener, se ponga a disposición para generaciones futuras la posibilidad de nuevas excavaciones".
Tiermes, según ha reconocido el director general de Patrimonio Cultural, es un yacimiento muy extenso y rico, que tiene todavía mucho por descubrir.
"La responsabilidad que como gestores públicos tenemos, nos obliga a hacer compatible la curiosidad investigadora con la conservación", ha resaltado.
En su opinión, Tiermes lo que necesita ahora no son más excavaciones sino una ordenación sobre el yacimiento, que mejore su conservación.
M. V., Valencia
Los trabajos arqueológicos de la calle Ruaya, donde gracias a la edificación de un estacionamiento subterráneo se descubrió la construcción más antigua de la actual Valencia -una balsa que data del siglo III a. C. y pertenece al mundo íbero-, se encuentran paralizados desde el pasado mes de febrero.
La falta de acuerdo entre la empresa constructora del proyecto y el ayuntamiento ha propiciado un parón de tres meses que, según el concejal de Circulación, Alfonso Novo, está próximo a acabar: "Tal vez incluso esta misma semana comiencen ya de nuevo las excavaciones", anunció ayer.
El problema no era otro que concertar el porcentaje de presupuesto que debía afrontar el consistorio valenciano, puesto que el dinero que en principio iba a invertirse en el proyecto se disparó en cuanto empezaron a desvelarse los primeros secretos arqueológicos que guardaba el solar; por no hablar del retraso que estos hallazgos suponen para la edificación del aparcamiento.
A partir de esta semana
Finalmente, y después de alcanzar un acuerdo satisfactorio para ambas partes, la excavación ha quedado "desbloqueada y podrá retomarse incluso esta misma semana porque, prácticamente, lo único que falta ya es firmar el documento", señaló Novo.
En total, el Ayuntamiento de Valencia invertirá en torno al millón de euros en los trabajos arqueológicos, que quedaron en suspenso justo cuando estaban a punto de desvelar sus tesoros más preciados: todos los elementos y construcciones pertenecientes a la época romana primero, y a la íbera después.
En previsión de este paro, la codirectora de las excavaciones, Marisa Serrano, dejó la zona perfectamente protegida antes de la celebración de las fiestas falleras, en algunos casos con material geotextil e incluso con paletadas de tierra a modo de protección sobre los restos arqueológicos.
leovigildoforpresident@gmail.com