martes, 22 de septiembre de 2009

Las obras de la carretera de Proserpina hallan enterramientos y una villa romana

Las obras de la carretera de Proserpina aportan más información sobre la hasta ahora desconocida ocupación del entorno del embalse romano. Los trabajos que está llevando a cabo la Confederación Hidrográfica del Guadiana, con el seguimiento arqueológico del Consorcio de la Ciudad Monumental de Mérida, han descubierto varios restos de enterramientos y de lo que parece una villa rural, en ambos casos de origen romano.

Según indica Gilberto Sánchez, coordinador de Arqueología del Consorcio, se ha identificado cinco puntos en los que será necesario acometer una excavación más profunda: tres en el tramo desde la carretera de Montijo a la rotonda del Ancla (que corresponde a la ampliación de la calzada que acomete Gévora Construcciones) y dos en la nueva variante de la presa (que forma parte del contrato adjudicado a Carija y Magenta). La investigación se encuentra en una fase inicial.

Los vestigios más destacados se encuentran en el último tramo de la carretera a su llegada a la urbanización de Proserpina, entre el denominado 'alto de la cruz' y la primera entrada a la zona de chalés.

Villa rural

Entre los restos que han despertado más interés resalta lo que en principio se identifica como una villa rural, a pocos metros de la entrada a la urbanización. Los trabajos previos de desbroce del terreno han sacado a la luz el arranque de una pared de un importante grosor, por lo que se considera un muro de carga o el cerramiento de un edificio.

A partir de esta estructura, en dirección a la carretera se aprecian cuatro estancias colocadas en batería, lo que da a entender que la construcción tendría continuidad bajo la calzada actual. También se han encontrado restos de derrumbe, lo que para Gilberto Sánchez muestra un buen estado de conservación, y hay indicios del arranque de otras habitaciones.

Apenas se cuenta con material suficiente, pero sí se conserva restos de una decoración estucada con pintura azul y roja, lo que permite estimar que se trata de una edificación de época alto-imperial, del siglo III o IV de nuestra era.

Varios enterramientos

Unos metros más arriba, cerca del 'alto de la cruz', ha aparecido un área de enterramientos a ambos lados de la carretera. Los primeros trabajos llevan a una datación entre el siglo IV y V. No tendrían nada que ver con el yacimiento anterior, pero demuestran una ocupación continuada en esta zona rural de la antigua Emerita Augusta. «Se trata de un área importante, pero se debe concretar», apunta Sánchez.

Por el momento, las labores de excavación han permitido identificar dos tumbas y un canal que podría estar relacionado con un edificio, bien una villa rural o bien una construcción de origen religioso. En esta zona el desbroce se ha interrumpido para poder seguir adelante con la investigación. En todo caso, los trabajos sólo se llevan a cabo en el trazado de la nueva calzada y no pueden adentrarse en las fincas colindantes.

En cuanto a los descubrimientos en la construcción de la nueva variante, corresponden a un tramo de la conducción romana de agua desde Proserpina a Emerita Augusta y a un edificio de carácter agropecuario.

Datos desconocidos

Estos descubrimientos demuestran la ocupación de esta zona rural de la antigua colonia romana, un dato que hasta ahora se desconocía, pero que ya se preveía por parte de los especialistas. «Estos restos nos van a permitir ampliar la carta arqueológica de Extremadura en el tramo desde la ciudad hasta Proserpina», resalta el coordinador de Arqueología del Consorcio.

Gévora Construcciones acomete las obras de refuerzo y ampliación de la carretera de Proserpina, con una duración estimada de ocho meses y una inversión de 1,6 millones de euros; mientras que Carija y Magenta trabajan en la rehabilitación del entorno de la presa (lo que incluye la variante), con 3,2 millones de euros de presupuesto y nueve meses de plazo.

En este último caso, la arqueología también jugará un papel importante, ya que está previsto que el Consorcio adecue tres catas-museo (dos de 9 por 3 metros y una más grande de 30 por 5 metros) en el espaldón de la presa que permitirán mostrar a los visitantes el sistema constructivo del embalse.
Las obras de la carretera de Proserpina hallan enterramientos y una villa romana
Yacimiento en el que han aparecido varios enterramientos
junto a la carretera que lleva al embalse romano.
Al fondo, trabajos de desbroce. / J. M. ROMERO

Fuente: Hoy

Arqueólogos turcos encuentran cadáveres de la guerra de Troya

Arqueólogos turcos han encontrado los cadáveres de dos personas que se cree que cayeron en la primera línea defensiva de la mítica ciudad de Troya, destruida hace más de 3.000 años, en el oeste de Turquía, según informa hoy martes la prensa local.

Los restos, hallados a 350 metros de profundidad debajo del castillo de Troya, son de un hombre y de una mujer. El profesor Rustem Aslan, vicejefe del equipo de arqueólogos, explicó a la prensa que es la primera vez que se han encontrado cadáveres que parecen proceder de la guerra de Troya (entre los siglos XIII y XI a.C).

"En pocas semanas sabremos la época exacta de su muerte y sus edades aproximadas. Esta gente fue enterrada en la parte inferior de la línea defensiva", ha asegurado el experto.

Los primeros hallazgos

"Si nuestras estimaciones son correctas, podemos afirmar que hemos encontrado las primeras víctimas de la guerra de Troya", agregó Aslan. La guerra de Troya es uno de los ejes centrales de la Ilíada y la Odisea, del poeta griego Homero.


Fuente: El economista

Una biblioteca digital exclusiva de historia y arqueología de Menorca

Aunque no ha excavado nunca en la Isla, hace ya más de 30 años que el arqueólogo catalán afincado en Zaragoza Ferran Largarda Mata (Barcelona, 1959) viene recorriendo los caminos de Menorca para, como decía y hacía Mascaró Pasarius, «descubrir y redescubrir» sus rincones.

A lo largo de los años, también es editor, ha publicado, propios y de otros autores, múltiples materiales fruto de la investigación y de ese patearse la Isla, de la que se siente «fascinado». Algunos ejemplos son sus colecciones, en papel, arqueoguia.com, minor o l'arqueologia de Menorca.

En su faceta de investigación, relata el propio arqueólogo, también iba comprándose libros y revistas o bajándolas de internet, dándose cuenta de que para localizar algunos de ellos en la red necesitaba mucho tiempo. Fue por este motivo, básicamente para facilitar a otros su localización, por el que decidió crear una biblioteca digital exclusiva sobre historia y arqueología de Menorca, integrando lo que él mismo encontraba y también algunos otros libros o artículos que en principio sólo estaban en papel y que son ya de dominio público y pueden ser de interés.

De hecho, este trabajo lo inició en mayo de este año, a través de la red social Terrae Antiqvae, donde uno de sus grupos (http://foroterraeantiqvae.ning.com/group/arqueologiade menorca) ha creado esa biblioteca digital, que ahora cuenta ya, y va en aumento, con 126 libros y artículos listados cronológicamente y con un mapa arqueológico que funciona con el Google Earth. También, en la propia web de Lagarda (http://www.menorcaweb.net/arqueologia) pueden encontrarse 110 de esos documentos.

El documento más antiguo que puede encontrarse en la biblioteca digital del grupo menorquín de Terrae Antiqvae es The history of the island of Minorca (1752) de John Armstrong, mientras que el más nuevo es el artículo Investigación arqueológica y puesta en valor del recinto Cartailhac, escrito por E. Sintes y F. Isbert en 2009.

Para acceder a esta interesante biblioteca digital hay que registrarse, de forma gratuita, en esa red social, formada por 31 grupos diferentes y 2.277 adheridos. Uno de ellos es el grupo menorquín, que aspira a incorporar, al menos, los 400-500 que calculan circulan por internet sobre Menorca, además de otros ya de dominio público.


Fuente: Última Hora Menorca

jueves, 3 de septiembre de 2009

Entrevista al historiador Manuel Fernández Álvarez

20.09.07 • 15:39 GMT • Javier Monjas - Madrid
  • "La integración de Turquía en la Unión Europea es un riesgo que es necesario correr".
  • "Los moriscos eran los colaboradores de la piratería berberisca del norte de África. Eso está documentado y probado".
  • "España fue un gran pueblo dentro de la historia del mundo. Supo realizar su papel en la historia".

En los años cuarenta fue advertido por algún gran historiador de la época de que mostrar en sus estudios las miserias de Felipe II podría terminar con su carrera por enfrentarse su versión con el rancio imperialismo franquista. Pero, después, al ocupar su cátedra en la Universidad de Salamanca, fueron sus compañeros quienes le pusieron inmediatamente la etiqueta de “carca”, no por sus enfoques historiográficos sobre Carlos V o su hijo, sino, simplemente, por el mero hecho de centrarse en tales personalidades. El profesor Manuel Fernández Álvarez (Madrid, 1921), hoy con todos los honores académicos, estudió a contracorriente del franquismo las miserias del Imperio español y, a contracorriente del ‘progre-sismo’, las grandezas del mismo Imperio. En sus magnas biografías de mil páginas -que se cuelan en las listas de los libros más vendidos en España, entre la habitual catropea de títulos de autoayuda y pseudonovelas pseudohistóricas-, el masivo aparato erudito situado sobre emperadores o validos no acartona las figuras sino que, de forma harto amena, las hace revivir y respirar, aspirar a lo más grande y caer en lo más hondo, seguir grandiosos impulsos pensando en Dios y en la historia, y también calcular con frialdad el siguiente movimiento político, a veces, ‘necesariamente’ teñido en sangre.

[Más:]

Habrá tres o cuatro historiadores en todo el mundo que tengan en su cabeza una visión tan global y, a la vez, tan exacta de la España imperial del siglo XVI –algunos de ellos, bebiendo ‘demasiado’ bien (y, a veces, demasiado mal) en la obra del viejo y sabio catedrático de Salamanca. Pero ninguno habrá legado a su muerte, como Manuel Fernández Álvarez lo habrá hecho a la suya, un panorama tan equilibrado de grandezas y miserias, de una vida que nunca tuvo, mientras se desarrollaba hace cinco o seis siglos, los torpes complejos con que sus herederos la revistieron muchos, muchos años después, vergüenza contra la vergüenza de la historia de un pueblo que, como afirma Fernández Álvarez, “supo realizar su papel en la historia”. Para el anciano historiador, “la memoria histórica es una parte de la historia. La historia es ‘vita magistrae’, ‘maestra de la vida’. Procurar desviar ese noble destino de la historia con fines partidistas, y que la historia sea una arma para combatir a un adversario político, me parece muy lamentable”.

P. ¿Qué queda hoy de aquella España de máxima grandeza y esplendor, y, en ocasiones, también de máxima miseria?

R. Todo pueblo tiene en su pasado un espejo en que mirarse. Si encuentra aquello de lo que pueda sentirse orgulloso, siempre le dará una autoestima, siempre le ayudará a caminar más confiado en el presente y, por tanto, hacia el futuro. Yo creo que España fue una gran pueblo dentro de la historia del mundo. A veces, con aspectos sublimes; otras, con aspectos un poco penosos. España ha sabido realizar su papel en la historia y eso debería darle cierta autoestima a los españoles.

'Carca' por estudiar a Felipe II

P. Y, entonces, ¿por qué una parte de los historiadores ha llevado la idea de que los españoles deberíamos avergonzarnos de las grandes figuras que usted ha biografiado?

R. La propaganda de la época franquista hablaba de una España imperial en los años cuarenta como si pudiera tener una actividad imperial como en el siglo XVI. Eso, naturalmente, es ridículo, revivir un sueño imposible. Y eso dio lugar a que el estudio de las grandes figuras del Imperio se hiciera con un triunfalismo que llevó a que muchas mentes lúcidas decidieran pensar en la España de aquel tiempo sin triunfalismos. Y eso llevó a otro exceso.

Yo le voy a dar mi ejemplo personal. Yo empecé estudiando a Felipe II. Mi primer artículo, de no más de veinte páginas, lo presenté ante una de las figuras más destacadas de la historiografía de aquella época, Don Antonio Ballesteros (pdf), y recuerdo aún que, en su despacho, me dijo que cómo se me ocurría presentar los aspectos más sombríos de aquella figura puesto que me iba a buscar mi ruina porque iba en contra de la tesis oficial.

Sin embargo, cuando llegué a Salamanca, como catedrático de (Historia) Moderna, me encontré con que mis colegas, al saber que yo era especialista en Felipe II, sin más me achacaron la nota de ‘carca’. Y, hombre, no es tratar la figura política de Felipe II lo que da la nota de ‘carca’, sino cómo se trata esa figura. Se venía a igualar el estudio de aquellas figuras con el rancio triunfalismo y que, por tanto, era mejor olvidarse de las grandes figuras de la España imperial.

"Recibí la amenaza. Y reíme"

P. ¿Qué queda en la España actual de aquella España que, si me permite la expresión, pensaba ‘a lo grande’?

R. En parte queda el rechazo. El español de entonces tenía un espacio inmenso. El español de entonces ponía su planta tanto en Italia como en Perú, tanto en México como en los Países Bajos, y eso le daba un tremendo orgullo, como le dio a la Iglesia en el siglo XIX, o como le ha dado al ruso o al estadounidense en el siglo XX. Un español de los Tercios se sentía como representante del Imperio Español. En una ocasión, cuando uno de los capitanes de los Tercios Viejos cruzaba un territorio de Italia que no estaba bajo su control, los gobernantes de aquel territorio le prohibieron pasar. Y entonces escribe a sus superiores: “Recibí la amenaza. Y reíme”.

P. ¿Quiere decir entonces que ahora un español ni tan siquiera se siente representante de su propio país, no ya de un Imperio que, obviamente, no existe?

R. Ha sido tan zarandeada la historia de España por críticos, y la propaganda ha tenido efectos tan adversos en el mundo entero... Puede suceder que, al presentarse como español en los Países Bajos o en el mismo Perú, pues puede ocurrir que los indigenistas en Perú o algunos holandeses piensen en ti como si fueras...

P. ... el Duque de Alba...

R. ... el Duque de Alba en un caso, o Pizarro, en el otro. Y, claro, todo esto lo oscurece y lo enturbia todo.

La 'deuda histórica' y el 'botín perdido' de los latinoamericanos en España

P. Hoy esa Leyenda Negra sigue viva no sólo en las conversaciones más tópicas y menos informadas sino, también, en ese populismo latinoamericano victimista de Chávez, Morales o Castro. ¿Qué le diría usted al inmigrante latinoamericano que llega a España –y le hablo de una experiencia personal- reclamando la ‘deuda’ histórica de España con sus países ‘por todo el oro que nos robaron ustedes’?

R. El emigrante (lationamericano) llega a España con frecuencia con el espíritu de que ‘hemos sido robados y despojados de mala manera por los españoles, siglos atrás y, por ello, ahora, prácticamente, podemos hacer cualquier... cualquier...

P. ...cosa, porque es una ‘reparación’...

R. Sí, y en todo caso, no lo tomarían más que como una recuperación del ‘botín perdido’. Hay que enfrentarse con eso. Entre otras cosas, hay que decirle a ese emigrante que viene a España que nos parece estupendo que esté aquí. Ahora bien, que, en todo caso, que ellos, con frecuencia, se apellidan Pérez o Fernández. Y que en toda sociedad siempre hay dos grupos muy distintos: uno, expansivo y aventurero; y otro, que es recoleto, conservador y apegado a su terruño. Y que resulta que los descendientes de los aventureros son esos Pérez y esos Fernández, que fueron los descendientes de los que expoliaron en Perú, son ellos los descendientes de esos expoliadores, no los que estamos aquí, que, normalmente, somos los que nos quedamos en España. Que no se escapen a ese destino. Porque están más vinculados a esos expoliadores antiguos que nosotros.

P. ¿Considera que hoy volvemos a la religión en la política y en los grandes movimientos internacionales como sucedió en el XVI?

R. Sí, por desgracia eso se está proyectando. El historiador que hace medio siglo pensaba que ya se había superado felizmente todos los fantasmas de los fanatismos religiosos ahora ve como, de repente, ha vuelto medio mundo a enturbiar la política internacional con las ansias de expansión religiosa, y con que sólo una religión es la buena y las otras son malvadas, y que, por tanto, la guerra santa es una realidad operativa que pones en marcha... todo eso es un espanto.

El "riesgo necesario" de Turquía en Europa

P. Usted que ha estudiado toda su vida una época marcada por el Imperio Otomano en abierta ofensiva contra Europa ¿cree que Turquía es Europa?

R. Es una pregunta que le agradezco muy de veras, porque antes estaba lo pensando cuando comparábamos el siglo XVI con el actual. La Europa del XVI tenía el gran reto de la ofensiva tremenda turca. Y no hablemos de España. Pero no era sólo España. Era ‘Europa o el Turco’. Y en esa Europa, España tenía un protagonismo especial. Y a lo largo del XVI, (el Imperio Otomano) va tomando Belgrado, Budapest y llega a...

P.
... a las puertas de Viena...

R. ... y llega a Viena. Un horror. Y, por otra parte, amenaza Malta, y lleva a sus naves a las costas de Italia o de España. Era el enfrentamiento entre dos imperios, y entre dos figuras: Solimán, el Magnífico, y Carlos V, el gran emperador europeo. Hoy estamos ante la posibilidad de que un gran pueblo islámico como el turco quiere acercarse a Europa. Y ese acercamiento no va a islamizar a Europa sino que va a intentar acercarse al espíritu europeo. Ahí sí que puede haber un puente de unidad y comprensión entre el mundo oriental y el occidental.

P. Hay quien lo ve de otra forma y cree que esa incorporación de Turquía abriría precisamente de par en par al islam la puerta de Europa, una Europa sometida ya a fuertes presiones de la religión musulmana por la masiva inmigración de esa religión que ya está asentada en los países occidentales...

R. Es un riesgo. Pero es un riesgo difícilmente rechazable. El político tiene ante el futuro la incógnita de cómo funcionará su decisión. No tiene el futuro en su mano para saberlo.

P. Entonces, para usted, es un riesgo que hay que correr.

R. Sí, es un riesgo que hay que correr. Es Turquía la que quiere entrar en Europa. Y es porque creen que Europa es un modelo de sociedad abierta y democrática, que es un paso hacia un futuro prometedor.

Los moriscos, 'colaboracionistas' de los piratas berberiscos

P. Algunos estudios -y no precisamente realizados por eso que algunos llaman ahora “islamófobos”- han llegado a establecer que los moriscos eran la quintacolumna del Imperio Otomano. ¿Qué piensa usted?

R. No, del Imperio Otomano, no. Pero sí de los corsarios berberiscos del Norte de África, evidentemente. Había españoles que habían emigrado a ese norte de África, moriscos españoles, valencianos, por ejemplo, porque en Valencia existía una comunidad morisca muy importante, y que se conocían todos los caminos para llegar a los pueblos de la costa, y para entrar allí y conducir a todos sus correligionarios del norte de África en sus pillajes. Eso está estudiado y, documentalmente, probado.

P. En ese sentido, la expulsión (de los moriscos de España) ¿fue un acto justificado con argumentos de defensa nacional?

R. La expulsión vino a suponer la expulsión de un pueblo, el cristiano, que se veía atosigado y amenazado por esa minoría morisca. Sí le puedo decir que fue acogida con alivio por la sociedad española. Sin embargo, cuando la orden de expulsión se pone en marcha, se producen escenas dramáticas, cuando sacan a las mujeres, a los niños, a los hombres, de sus lugares de origen...

Toda experiencia tan dramática y tan dolorosa tiene un saldo negativo. Cervantes, por ejemplo, al principio era partidario de que se produjera la expulsión. No hay más que ver lo que nos dice en ‘El coloquio de los perros’ (pdf), cuando uno de ellos comenta las atrocidades realizadas por los moriscos, y otro responde que las autoridades ya lo tienen en cuenta y harán lo que tengan que hacer. Y, sin embargo, en la Segunda Parte del Quijote, nos presenta a aquel Ricote, aquel morisco del pueblo de Don Quijote, y con qué humanidad presenta ese caso, y cómo regresa a España...

En aquellos momentos fue la medida que parecía más adecuada. El problema era aquella minoría musulmana, que no había manera de asimilar, y llegó un momento en que la expulsión se produce como un hecho inevitable. Antes que un hecho bueno o malo, yo diría que fue un hecho que parecía inevitable.


Fuente: Nuevo digital

miércoles, 2 de septiembre de 2009

Hallan muro de 3.700 años en Jerusalén

02 de Septiembre de 2009, 11:58am ET

JERUSALEN (AP) - Un grupo de arqueólogos descubrió un muro de 3.700 años que consideran el ejemplo más antiguo de fortificación masiva hallado en Jerusalén, anunció el miércoles la Autoridad Israelí de Antigüedades.

El muro de 8 metros (26 pies) de altura parece haber formado parte de un pasaje protegido construido por los antiguos cananeos, desde una fortaleza sobre una colina hasta un manantial cercano que era la única fuente de agua de la ciudad y vulnerable a los merodeadores.

Es el primer ejemplo de una construcción masiva anterior a la época de Herodes, el gobernante que ordenó proyectos monumentales hace 2.000 años, y demuestra que al promediar la Edad de Bronce, Jerusalén tenía una población poderosa capaz de ejecutar complejos proyectos de edificación, dijo Ronny Reich, director de la excavación y profesor de arqueología en la Universidad de Haifa.

El muro data del siglo XVII aC, cuando Jerusalén era un pequeño enclave fortificado controlado por los cananeos, uno de los pueblos que según la Biblia vivían en Tierra Santa antes de la conquista hebrea. El reino que se cree fue gobernado por el rey David desde Jerusalén data de por lo menos siete siglos más tarde.

Una pequeña sección del muro fue descubierta por primera vez en 1909, pero ahora ha quedado descubierta una porción de 24 metros (79 pies), y Rich cree que se extiende mucho más. Agregó que las restricciones presupuestarias vinculadas con la crisis financiera mundial han puesto fin a la excavación, al menos por ahora.

"El muro es enorme y sobrevivió 3.700 años, que es incluso para nosotros mucho tiempo", dijo Reich. Agregó que era notable que una fortificación de este tipo no hubiese sido desmantelada para proyectos edilicios posteriores.

El muro y otros hallazgos arqueológicos en el lugar serán expuestos al público a partir del jueves, dijeron las autoridades de arqueología.

El sitio arqueológico está en medio de un vecindario palestino en el este de Jerusalén.

Las excavaciones en la llamada Ciudad de David, justo fuera de los muros de la Ciudad Vieja, son financiadas por Elad, una organización de colonos judíos que también compra casas de palestinos para traer familias judías al barrio. Detractores palestinos e israelíes denuncian que la arqueología es utilizada como arma política para cimentar el control judío sobre sectores de Jerusalén que los palestinos desean como capital de un futuro estado.


Fuente: Univisión