domingo, 21 de marzo de 2010

Daño en sitio arqueológico Cihuatán es grave e irreversible

El viceministro de Vivienda, Edín Martínez, y el alcalde de Aguilares, Wilfredo Peña, dieron una conferencia de prensa hoy sobre el polémico proyecto habitacional dentro del área protegida del sitio arqueológico Cihuatán. Peña asegura que la escritura del inmueble (en sus manos) carece de restricciones para construir. FOTO / Mauricio Castro

Carmen Molina Tamacas/Raúl Benítez
Viernes, 19 de Marzo de 2010

De graves e irreversibles calificó la Fundación Nacional de Arqueología (Fundar) los daños causados por la construcción de un proyecto habitacional en el área protegida del sitio arqueológico Cihuatán.

La comunidad Las Pampitas fue construida por la Alcaldía de Aguilares pese a que desde 2007 existe un decreto ejecutivo que impide edificaciones por tratarse de un Monumento Nacional.

El alcalde Wilfredo Peña -en el poder local desde 2006- asegura que desconocía la existencia de este decreto y se escuda en que la escritura pública del inmueble que fue comprado para ayudar a un grupo de familias damnificadas por las lluvias de 2009 no tiene restricciones para construir.

"Este sector de Cihuatán, donde descapotaron hasta debajo del nivel cultural, simplemente ya no existe. Este capítulo de la historia de Cihuatán ha sido destruido para siempre", declaró hoy Paul Amaroli, uno de los arqueólogos titulares de Fundar, entidad privada que hasta el año pasado se encargó de administrar y cuidar este sitio.

Amaroli explicó que junto a su colega Fabio Amador documentaron con anterioridad varias casas y estructuras de esta acrópolis prehispánica.

"Este proceso de destrucción se ha acompañado por saqueo. Creo que todos los trabajadores en el proyecto estaban conscientes de que se destruían antiguos cimientos y que encontraban vasijas, fragmentos de cerámica, piedras de moler, etcétera", indicó el científico.

Personas que conocen la importancia de una vasija o una figurilla original pueden venderla a un "coyote", impidiendo así la reconstrucción de nuestro pasado.

"Aunque con Fabio (Amador) registramos varias de las estructuras que estaban visibles en la superficie de esa zona, sabemos que en Cihuatán puede haber otro número similar ligeramente enterrado e invisible para el reconocimiento. Ahora es imposible saber cuantas estructuras 'invisibles' existían en esta zona, al igual que otros rasgos que indudablemente exisitían debajo de la superficie como entierros humanos, ofrendas y otros vestigios", señaló.

Atendiendo el llamado de los pobladores aledaños, los expertos de Fundar hicieron una inspección en el sitio y enviaron el informe a Deysi Reynosa, gerente administrativa-financiera de la Secretaría de Cultura.

A la fecha, la ONG no ha recibido respuesta de la denuncia ni de otros informes posteriores, donde se destaca que el daño causado por la terracería alcanzó a los sitios arqueológicos Las Marías y Sitio de Jesús.

Actividad humana es perjudicialSi bien el alcalde Peña asegura que la urbanización ha sido detenida, Fundar considera que el proyecto está "vivo".

"La inserción de una urbanización dentro de este 'agujero' creado en la antigua ciudad es totalmente negativo para el sitio arqueológico. Los nuevos habitantes ya incendiaron el bosque en el parque arqueológico a fin de secar palos para leña y para cazar "sabandijas" (no hay/había otro bosque a su alcance). Si se permite que esta población se mantenga dentro del área protegida, estos problemas serán permanentes y probablemente crecientes, y también podemos esperar que se dé el retiro de piedra de estructuras arqueológicas que aún existen (para venta, o para uso en construcción) y saqueo. También, al correr los años y con el precedente establecido de haber permitido esta violación de la ley, probablemente este "proyecto habitacional" forme la semilla de más incursiones y más destrucción", añadió Amaroli.

Para evitar más estragos, Fundar ha propuesto a que la Secretaría de Cultura suspenda toda obra, que todas las viviendas recientemente ocupadas sean desocupadas y destacar vigilancia.

Es urgente, dice, que el Departamento de Arqueología del Gobierno haga una investigación del área afectada para documentar los daños y hacer rescate de estructuras u objetos culturales de nuestros antepasados indígenas.

Asimismo, el terreno en disputa debería ser traspasado a la Secretaría, "para la protección de los numerosos vestigios que aún existen", apuntó.

Fuente: El salvador

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