Más de seis millones de euros, de entrada, costará conservar los restos arqueológicos del jardín de San Esteban y construir el museo para exhibir los hallazgos al público. Con independencia del coste, el proyecto no va todo lo rápido que se esperaba debido a los controles que exige la ley de contratos de las administraciones públicas, lo cual requiere cumplir unos plazos legales a cada paso que se da. La idea es construir un museo de dos niveles cubierto por un jardín, como publicó 'La Verdad'.
El comité de expertos se reunió una sola vez para marcar las grandes directrices y establecer la hoja de ruta de lo que se quiere hacer con los restos árabes encontrados, que siguen expuestos y sufriendo las inclemencias meteorológicas. A partir de ahí se creó unas subcomisión murciana, que se ha reunido dos veces y que es la que está dirigiendo el proceso y tomando las decisiones más inmediatas.
El coste para conservar los restos tendrá un presupuesto de salida de unos 3 millones de euros, que en teoría debe aportar el Ayuntamiento de Murcia con ayuda de los patrocinadores de la futura fundación. Esto es, las cajas de ahorros. Diversas fuentes explican a 'La Verdad' que este presupuesto saldrá a concurso, con el correspondiente pliego de condiciones, para atraer a las empresas que estén interesadas en realizar los trabajos de conservación y consolidación, terminando la excavación de algunas partes. El proyecto que desarrolla estas medidas fue adjudicado recientemente a la empresa Construcciones Villegas, que ha trabajado con los técnicos municipales y de la Dirección General de Bellas Artes.
El siguiente paso es el museo que se construirá en el jardín. Las bases para sacar a concurso el anteproyecto se están elaborando y probablemente se lanzarán después del verano. El museo puede tener un coste de otros tres millones de euros. Como publicó este diario, la idea consiste en habilitar dos niveles cubiertos por una plaza elevada. Esto permitirá alojar una entreplanta semi acristalada que permita observar la mayor parte de los restos árabes. Alojará un centro de recepción e interpretación, una biblioteca y una cafetería.
El proceso va más lento de lo que se esperaba, explican a 'La Verdad'. Hay que cumplir a rajatabla los plazos que marca la ley de contratos de las administraciones públicas. «Esto nos encorseta bastante porque necesariamente hay unos trámites muy exigentes», señalan diversas fuentes. Además, hay que aclarar quién manda en la excavación, por decirlo de una forma gráfica. Existe un director de excavación que fue contratado a través de Arqueotec, con poderes sobre el yacimiento. Dado que se ha abierto un nuevo procedimiento para conservar los restos, como exigió en su día la jueza que intervino en el caso, hay otro responsable de la excavación.
Las fuentes consultadas coinciden en que existe una voluntad clara del Ayuntamiento de Murcia y de la Consejería de Cultura de actuar sobre el yacimiento y ponerlo en valor. Advierten de «la maraña» de competencias que existe entre las dos administraciones a la hora de agilizar el proyecto, lo cual lleva de cabeza a los abogados; por no mencionar los intereses propios de la UTE que iba a construir el parking, de la que forma parte La Generala, que sufragó las excavaciones. Este consorcio aportó unos 2 millones de euros para sacar a flote el yacimiento, como se le exigió por parte de Bellas Artes cuando le permitió construir el aparcamiento.
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